Falta de medicinas, feminicidios, desempleo: el deterioro de la vida en México | Economía


Va de lo sutil a lo obvio. Está en las filtraciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en los baches de las carreteras federales, en la deserción académica. También está en el miedo que crece dentro de las mujeres en México a ser violadas, tanto en la calle como en el hogar. Tiene un empleo, es cada vez más precario y tiene dificultades para encontrar medicamentos. En los últimos años se ha producido un deterioro en la vida de 127 millones de mexicanos, provocado, en parte, por la pandemia del covid-19; por ajustes al gasto del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y por la herencia dejada por las administraciones anteriores. Los datos lo respaldan: cifras recopiladas por el propio gobierno y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y analizados por organismos independientes, muestran que se ha producido un detrimento en salud, seguridad, infraestructura, bienestar y empleo.

Salud

La escasez de medicamentos, incluido el tratamiento de quimioterapia para niños con cáncer en el país, ha sido quizás el síntoma más visible del deterioro del sistema de salud mexicano, pero no es el único. Los hospitales adolecen de falta de mantenimiento y escasez de fármacos de otro tipo, no solo oncológicos.

Cristal Flores, enferma de cáncer, en la sala de espera del Hospital de Niños de México.Seila Montes

Una investigación realizada por las organizaciones civiles Impunidad Cero y Justicia Justa, para la cual consultaron iniciativas y reformas legislativas así como documentos internos, muestra que el desabastecimiento de medicamentos se produjo luego de que el Gobierno Federal, en un enfrentamiento con empresas distribuidoras, defendiera la compra. sistema del Instituto Mexicano del Seguro Social sin un plan piloto o estrategia para reemplazarlo.

Con la desaparición del Seguro Popular, por decisión del Gobierno Federal, la población que se decía beneficiarse de una institución de salud pública disminuyó en 14,7 millones de personas – de 102 millones en 2018 a 87 millones en 2020, según la organización civil Centro para Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Por falta de dinero, por haberse automedicado o porque no fue necesario, el número de personas que no buscaron atención médica cuando enfermaron aumentó en 5,4 millones de personas entre 2018 y 2020.

Seguridad

La percepción de seguridad en el país ha mejorado levemente en el último año… Entre los hombres. Según los resultados de la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, el 66,6% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro. El porcentaje representa una mejora con respecto al 68% registrado en diciembre de 2020, pero la percepción de inseguridad entre las mujeres ha sido persistentemente alta. En junio, el 71,3% de las mujeres dijeron sentirse inseguras en su ciudad, en comparación con el 60,1% de los hombres.

Karen Martinely posa frente al grafiti de su hija Renata Martinely de 13 años, quien fue encontrada muerta dentro de su casa en Ixtapaluca, Estado de México.
Karen Martinely posa frente al grafiti de su hija Renata Martinely de 13 años, quien fue encontrada muerta dentro de su casa en Ixtapaluca, Estado de México.

Monica gonzalez

A principios de año, el Gobierno Federal informó que en 2020 los casos de homicidio intencional cayeron 0.4% con respecto a 2019, tendencia que continúa en lo que va de año. Es decir, según los datos más recientes del Comisión de Seguridad Nacional, los homicidios dolosos se han mantenido en niveles similares a 2019, sin mayores incrementos. El problema es que 2019 ha sido el año más violento para el país, si se mide por el número de homicidios.

Además, la pandemia agravó la situación de violencia familiar y de género. Si bien los homicidios en general se han sostenido, en los primeros cinco meses del año la Los feminicidios han aumentado un 7,1% con respecto al mismo período del año anterior, según informó la Secretaría de Seguridad Pública en rueda de prensa en junio. De enero a mayo, 423 mujeres han sido asesinadas por su género. Las violaciones también aumentaron, en un 30% respecto a los mismos meses de 2020. Por su parte, el Sistema Nacional de Seguridad Pública registró 326.634 casos de violencia de género en un año, entre mayo de 2020 y el mismo mes de 2021.

Infraestructura

Las carreteras federales, los hospitales y, de manera particularmente obvia, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, se han deteriorado en los últimos tres años por falta de mantenimiento. Miles de escuelas, vaciados por la pandemia, han sufrido más de 7.000 robos de útiles escolares y saqueo de cañerías y cables, entre otros materiales.

Más allá de la pandemia, este deterioro en la infraestructura que es parte del día a día de los mexicanos, tiene que ver con dos decisiones del presidente López Obrador. La primera es que el mandatario le ha asignado al ejército, a través de la Secretaría de la Defensa Nacional, la construcción y mantenimiento de muchas obras federales, entre ellas bancos, una ampliación del aeropuerto de Santa Lucía y canales de riego, entre otras. El Ejército no solo no es una empresa constructora especializada, sino que también se encarga de tareas como la administración de aeropuertos y aduanas, instalación de cajeros automáticos en la red del nuevo Banco del Bienestar, plantación de árboles y detención de migrantes.

La segunda decisión del mandatario que contribuye a este deterioro es haber recortado el gasto para priorizar sus obras emblemáticas, como el Tren turístico Maya y una refinería en su estado natal de Tabasco, destinando a ellos la mayor parte de su presupuesto de infraestructura. Además, ha dado preferencia a inyectar recursos a la atribulada Petróleos Mexicanos, la petrolera más endeudada del mundo. Esto se ha traducido en una caída considerable de la inversión pública, motor de la economía.

Vista del barrio Camino Real de la ciudad de Campeche, uno de los puntos por donde cruzará el tren maya, el 11 de junio de 2020.
Vista del barrio Camino Real de la ciudad de Campeche, uno de los puntos por donde cruzará el tren maya, el 11 de junio de 2020.Héctor Guerrero / EL PAIS

Mientras que la inversión privada se contrajo casi un 5% en el primer trimestre del año y frente al mismo trimestre del año anterior, la inversión pública mostró una mayor debilidad, con una caída del 6%. Según un análisis de datos trimestrales del especialista Eugenio Sánchez, desde que comenzó la administración de López Obrador no ha crecido ni la inversión pública ni la privada. Es, hasta ahora, el único mandato presidencial en el que ha habido nueve trimestres consecutivos de caídas en la inversión y el que ha registrado las caídas más pronunciadas. Según sus estimaciones, durante el primer trimestre de 2021 la inversión pública fue un 33% menor que la del último trimestre de la administración de Enrique Peña Nieto y un 61% menor que su máximo histórico, alcanzado en 2010.

“La inversión representa un motor fundamental para la economía, ya que permite que las empresas y la actividad económica crezcan, sean más productivas y generen más puestos de trabajo para la población”, señaló el centro de investigación independiente México ¿Cómo vamos? (MCV). “En la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, el gobierno no ha utilizado la inversión como medida contracíclica para la recuperación económica. La inversión pública como porcentaje del PIB se encuentra en sus niveles más bajos para un primer trimestre del año desde 2001. En cambio, en crisis como la de 2008-2009, hay un fuerte impulso de la inversión gubernamental ”, agregaron los expertos de la organización.

Bienestar

La medición del bienestar sigue siendo un tema abierto en la academia, pero MCV ofrece una aproximación: el índice de progreso social (IPS). El indicador toma en cuenta factores como el acceso al agua y el saneamiento, la nutrición, el acceso a la información y la libertad personal y de elección, entre otros. El último informe de 2020 muestra que entre 2011 y 2020 el índice ha subido, pero este aumento se ha ralentizado en los últimos años. Entre 2015 y 2020, la puntuación aumentó en 1,02 puntos, mientras que, entre 2011 y 2015, el aumento fue casi tres veces mayor, de 2,48 puntos.

“El fuerte declive de la economía mexicana como consecuencia de la crisis provocada por el Covid-19 en 2020 inevitablemente hará estragos en el bienestar de las personas y en el progreso social del país”, dicen los autores del informe MCV. “que quedará reflejado en las próximas ediciones del Índice de Progreso Social”.

Claudia Gómez ayuda a estudiar a sus hijos, quienes dejaron de asistir a clases presenciales debido a la pandemia, en el municipio de Ocosingo, Chiapas.
Claudia Gómez ayuda a estudiar a sus hijos, quienes dejaron de asistir a clases presenciales debido a la pandemia, en el municipio de Ocosingo, Chiapas. Nayeli Cruz

Si el acceso a la educación se considera una fuente de bienestar, la pandemia ya ha tenido un impacto negativo en esta área. El Inegi reveló en marzo que más de cinco millones de estudiantes no se matricularon para el actual curso escolar por motivos relacionados con la crisis desatada por la pandemia. En el curso escolar actual, dijo el instituto, se matricularon 32,9 millones de estudiantes, es decir, el 60,6% de la población entre 3 y 29 años.

trabajo

Con la publicación de los datos recogidos por el INEGI en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, salió a la luz un panorama desolador para el empleo en México. De los empleos que se perdieron debido a los confinamientos forzosos de la pandemia, quedan por recuperar 2,3 millones. Los vacíos se encuentran, en su mayor parte, en áreas urbanas. Estado de México, Ciudad de México y Quintana Roo han sido los estados más afectados, mientras que en el norte y la zona del Bajío ya se han recuperado los empleos relacionados con el comercio exterior. Esto ha exacerbado la desigualdad en el país.

Para todos, sin embargo, el empleo se ha vuelto más difícil. La encuesta muestra que el 25% de la población económicamente activa trabaja en condiciones inadecuadas, ya sea porque trabaja más horas de las recomendadas o porque el trabajo ahora está menos remunerado que antes de la pandemia. Esto se compara con el promedio histórico de entre el 12% y el 13%, según el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Quizás una de las decisiones más celebradas del presidente López Obrador ha sido el aumento del salario mínimo, que ha hecho por decreto desde que asumió el poder a fines de 2018, lo que sin duda había comenzado a impactar positivamente la pobreza laboral, que se refiere a tener un ingreso que no alcanza para comprar la canasta básica de alimentos. En 2019 hubo una leve caída, sin embargo, la pandemia borró la ganancia y empeoró la situación. Según un análisis de CEEY, 13 millones de mexicanos cayó en la pobreza laboral debido a la pandemia.

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