Europa prohíbe el uso de sistemas inteligentes para la identificación de personas en los espacios públicos

La Comisión Europea (CE) aprobó este miércoles un reglamento para prohibir el uso en espacios públicos de sistemas de inteligencia artificial que permitan la identificación biométrica -dispositivos de reconocimiento facial o huellas dactilares-, al considerar que se trata de tecnología de alto riesgo que viola lo valores y los derechos fundamentales de la UE. La biometría es una tecnología mediante la cual es posible identificar a una persona por sus características biofísicas.

La inteligencia artificial (IA) ofrece «un inmenso potencial en áreas tan diversas como la sanidad, el transporte, la energía, la agricultura, el turismo o la ciberseguridad», pero también presenta una serie de riesgos y la «propuesta garantiza que respete nuestros valores y reglas», dijo el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.

No obstante, Bruselas ha introducido excepciones a la normativa y sí permitirá el uso de la identificación biométrica en espacios públicos cuando pueda contribuir a evitar un «inminente» ataque terrorista o a encontrar a un niño que se haya perdido, siempre con autorización judicial.

«Al establecer los estándares, podemos allanar el camino hacia la tecnología ética en todo el mundo y garantizar que la UE siga siendo competitiva», dijo la vicepresidenta de la CE para la Era Digital, Margrethe Vestager.

Además, el Ejecutivo comunitario también quiere prohibir el uso de sistemas de inteligencia artificial que utilizan «técnicas subliminales (…) para distorsionar materialmente el comportamiento de una persona de una manera que pueda causarle daño físico o psicológico«, según se lee en el reglamento.

Las multas para quienes incumplan estas normas podrán alcanzar un máximo del 6% de los ingresos anuales mundiales o un máximo de 30 millones de euros, en función de cuál de los dos criterios sea el más elevado y se aplicarán a todos los proveedores o usuarios dentro y fuera de la UE.

También se considerarán tecnologías de alto riesgo las que se puedan utilizar para enviar servicios de emergencia (como pueden ser los bomberos); las que se empleen para la contratación de personas; la prevención de delitos o el examen de los solicitantes de asilo.

En todos estos casos, no obstante, serán los propios proveedores quienes podrán evaluar si cumplen la normativa.

La Comisión quiere crear la Junta Europea de Inteligencia Artificial, formada por las autoridades de supervisión de los Estados miembros y el propio Ejecutivo comunitario, que se encargará de vigilar el cumplimiento de este reglamento.

La propuesta excluye expresamente los sistemas de inteligencia artificial que se empleen para uso militar.



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