«Esto no es el Congreso español»

«Esto no es la Carrera de San Jerónimo». Vale esta frase de Josep Borrell para entender que la ‘españolización’ del debate europeo sobre Venezuela suele acabar en encontronazos. Este martes no fue una excepción. El Alto Representante de la UE tuvo que explicar en el Parlamento Europeo la misión de la Unión enviada al país latinoamericano para lograr que el régimen de Nicolás Maduro retrasara las elecciones del próximo 6 de diciembre. Eso encendió las alarmas de la Eurocámara, que reprochó a Borrell haber actuado «a espaldas de los Estados» y de forma «clandestina».

Siempre que hay un debate sobre Venezuela, el Parlamento Europeo se convierte en un hervidero, y Borrell acabó elevando el tono con Antonio Tajani. «Esto no es el Congreso español, si quieren discutir de política española háganlo en Madrid, ni yo soy el ministro de Exteriores del Gobierno de Sánchez», expresó con vehemencia el jefe de la diplomacia europea, ante lo que el expresidente Tajani le reprochó que no haya contado con los países. «Respete a los Estados», le espetó. La respuesta de Borrell se basó en decirlo que él había sido «presidente del Parlamento Europeo», por lo que debía «guardar la compostura».

Con todo, Josep Borrell trató de explicarse. Su objetivo, dijo, fue «explorar» la «pequeña luz de esperanza» de que el régimen acordara aplazar la fecha electoral para dejar más tiempo al diálogo y acordar unas condiciones democráticas para que participara la oposición. En cambio señaló que, tras esta misión, el Gobierno venezolano «ha contestado de manera clara y rotunda diciendo que de ninguna manera van a posponer las elecciones», dado que la Constitución de Venezuela «se lo impide porque hay un mandato muy claro de que se deben hacer en una fecha determinada antes de que acaba este año».

«Lo cual, obviamente, cierra cualquier posibilidad a que el diálogo continúe en la perspectiva que antes he explicado«, apuntó. En cualquier caso, Borrell consideró que «la única manera de salir del impás en el que se encuentra Venezuela será a través del diálogo y la negociación política entre las fuerzas venezolanas».

«No habrá un único acontecimiento catártico que haga desaparecer las múltiples crisis que azotan al país. Nuestro papel y nuestra voluntad es ayudar a encontrar una vía que responda a las necesidades y a las propias demandas del pueblo venezolano».

El jefe de la diplomacia comunitaria consideró que, tras haber escuchado «a unos y a otros» y en particular después de que el Gobierno venezolano haya dado una respuesta a través de declaraciones públicas sobre que no habrá un retraso electoral, «la UE evidentemente no podrá ni siquiera plantearse el envío de una misión de observación electoral».

«Eso requeriría no solo el respeto a los estándares democráticos, que no se daban y siguen sin darse puesto que no ha sido posible modificarlos, sino también un calendario realista», afirmó. Borrell garantizó no obstante que la UE seguirá apoyando «todos los esfuerzos en pro de una salida política, pacífica y democrática a la crisis que el pueblo venezolano sufre, para superarla como merece».

Dolors Montserrat, por su parte, ha recordado que la misión se envió sin informar a los ministros de exteriores de la UE ni a la Comisión Europea ni al Parlamento Europeo, y que se produjo solo unos pocos días después de que Naciones Unidas publicara “un demoledor informe” en el que acusa al régimen de Maduro de crímenes contra la humanidad, ignorando además a los demócratas venezolanos representados por el presidente Juan Guaidó, que ha sido reconocido por el Parlamento Europeo y por 25 estados miembros de la UE.

Además, el también eurodiputado del PP y portavoz del Grupo PPE para asuntos de derechos humanos, Leopoldo López Gil, ha dicho a Borrell que debe asegurar «la coherencia de la acción exterior de la UE» y le ha preguntado si enviaría «una misión para negociar con el régimen de Lukashenko las futuras elecciones en Bielorrusia, organizadas por él mismo».



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