Entrevista a Iratxe García

Iratxe García es la presidenta del Grupo Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo y atiende a 20minutos para analizar qué se puede esperar de la Conferencia sobre el futuro de Europa y cuáles son los retos más importantes que tiene la UE una vez que supere la pandemia del coronavirus. Recalca la necesidad de reforzar el componente social de la Unión y cree que es el momento perfecto para acercar a la ciudadanía a las instituciones.

¿Qué se juega la UE con la Conferencia sobre el futuro de Europa?

Abordar el futuro de Europa con los ciudadanos y cumplir con las expectativas que la ciudadanía tiene sobre los retos y los cambios que queremos hacer como proyecto político. Estamos en un momento fundamental. Habíamos abordado ya la necesidad de esta conferencia y la pandemia ha marcado el calendario en todos los sentidos. Hemos visto más que nunca que necesitamos abordar la realidad desde una dimensión global.

¿Con la pandemia ha cobrado todavía más relevancia esta Conferencia?

Evidentemente. Hay quien piensa que la pandemia ha hecho que pueda quedar en un segundo plano, pero yo creo que pasa todo lo contrario. Somos conscientes de que la pandemia ha puesto en evidencia las deficiencias del proyecto político europeo y también todos los ámbitos sobre los que hay que trabajar y podemos mejorar. Desde la unión sanitaria al avance de una Europa social, con el debate sobre las reglas sociales o el pilar social.

«Necesitamos buscar un espacio común y la ciudadanía tiene que ser la protagonista, sin clichés»

¿Se corre el peligro de decepcionar si no se gestionan bien las expectativas?

Es verdad que necesitamos gestionar las expectativas, pero no podemos iniciar la conferencia sin el objetivo claro de que sirva para mejorar el proyecto europeo. Es importante que veamos de qué manera podemos abordar este debate. El éxito dependerá de la capacidad que tengamos de poder establecer un debate entre las instituciones y la ciudadanía. Necesitamos buscar un espacio común y la ciudadanía tiene que ser la verdadera protagonista, sin clichés y de una manera muy abierta.

¿Con la pandemia se ha mejorado ese déficit de comunicación del que siempre se ha acusado a la Unión Europea?

Creo que el inicio de la crisis fue duro en todos los sentidos, se cometieron errores de descoordinación y posiblemente Europa no actuó todo lo rápido que debía, sobre todo desde la comunicación. Ahora tenemos un gran plan de recuperación del que se habla en toda Europa, tenemos el plan de vacunación que está funcionando de una forma muy positiva, y hay muchas cuestiones positivas. Tenemos el reto de comunicar mejor, de que la ciudadanía conozca mejor la UE.

¿Lo que se extraiga de la Conferencia debería desembocar en una reforma de los Tratados?

Creo que al inicio de la Conferencia no podemos descartar nada, pero tampoco dirigir. Vamos a ver cómo se desarrollan los debates, pero el foco no debemos tenerlo en los Tratados, sino en ver lo que la ciudadanía piensa. Además creo que con el actual Tratado [de Lisboa] todavía tenemos un margen de movimiento muy importante. Podemos avanzar en muchas políticas. No descarto –como algunos hacen– la modificación de los Tratados, pero tenemos que ver primero las prioridades.

Tras las crisis de 2008 la UE perdió cierta credibilidad, ¿con la gestión de la pandemia se ha ido recuperando?

Es muy evidente que la respuesta ante esta crisis ha sido muy distinta a la que se dio en la crisis de 2008, y ha sido mucho más acertada porque se ha basado en el principio de solidaridad. Creo que hemos ganado en credibilidad pero necesitamos seguir avanzando. Vamos a ver cómo se implementa por ejemplo el plan de recuperación, pero creo que hemos conseguido poner en el centro las grandes prioridades europeas y nacionales.

«Frente a los discursos populistas y de extrema derecha, la respuesta tiene que ser más y mejor Europa»

Siguen abiertos muchos frentes para la UE, y uno de ellos es la integración política. ¿Habría que avanzar en ella para hacer frente, por ejemplo, a los discursos radicales?

Frente a los discursos populistas y de extrema derecha que están creciendo en algunos lugares, la respuesta tiene que ser más y mejor Europa. Que la ciudadanía sienta que Europa se convierte en la solución a sus problemas. Y para eso necesitamos fortalecer el proyecto europeo: política sanitaria, económica, fiscal, social…La cumbre de Oporto ha sido un ejemplo claro. Tenemos que empezar a incorporar otros criterios que no sean solo el económico. Estamos dando pasos adelante en la buena dirección, pero hay que consolidarlo y de aislar los discursos antieuropeístas que pretenden adelgazar el proyecto europeo.

¿Una política migratoria común más solidaria sería el freno a estos planteamientos?

Necesitamos, primero, una verdadera política migratoria común y no 27 políticas diferentes. Una, y que esté basada en el principio de solidaridad: entre Estados y con aquellas personas que llegan a nuestro territorio. Necesitamos gestionarlo cumpliendo con los valores fundamentales. No puede ser que la frontera geográfica determine una u otra política migratoria. Tiene que haber solidaridad con los países que estamos sufriendo una mayor presión migratoria, y también solidaridad con las personas que llegan.

Con el tema de la liberalización de las patentes hemos visto que EE UU ha adelantado a la UE en términos estratégicos. ¿Es la UE un actor geopolítico todavía demasiado difuso?

Tenemos que reforzar la dimensión exterior de la UE. Creo que el de las patentes es un ejemplo claro, pero hay otros. La UE participa de Covax para enviar vacunas a los países que tienen menor capacidad económica y otros están usando sus vacunas por sus propios intereses. La UE ha decidido de forma solidaria participar en Covax y hay que guardar un equilibrio. El de las patentes es un debate que tenemos abierto en la UE: estamos de acuerdo, en el grupo socialista, con la suspensión temporal, pero también hay que poner en marcha más exportación de vacunas y de sus componentes.

«Es el momento oportuno para reformar las reglas fiscales»

Otro debate es de las reglas fiscales, ¿qué cree que debería suceder en este asunto?

Es el momento oportuno para reformar las reglas fiscales. Estas reglas fiscales que se pusieron en marcha en la pasada crisis no funcionaron y por eso ahora se han suspendido. Eso ya es una señal evidente. El debate tenemos que abrirlo, por ejemplo para que podamos excluir las reformas sociales del cómputo del déficit.

¿Cómo le gustaría que fuera la UE del futuro?

Me gustaría que fuera una Europa verde, feminista y social.



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