Elecciones primarias Chile: La izquierda y la derecha cambian de generación en Chile con miras a la presidencia en 2022 | Internacional


El candidato presidencial chileno Sebastián Sichel deposita su voto en las primarias de este domingo, en Santiago.DRAGOMIR YANKOVIC / AFP

Chile nuevamente da una sorpresa en las urnas. En las primarias presidenciales de la derecha y la izquierda de este domingo han resultado electos los dos candidatos que no eran los favoritos al comenzar la carrera, al menos de acuerdo a las encuestas. Por el oficialismo, el abogado independiente Sebastián Sichel (43 años), el único de los cuatro candidatos sin partido, le ganó al economista de la UDI Joaquín Lavín, que era el postulante tradicional del sector, por 48,8% contra 31,7%, con el 82% escrutado. Por la izquierda, el diputado Gabriel Boric (egresado de Derecho, de 35 años) superó al alcalde comunista Daniel Jadue, por 60,09% contra 39,91%. Con una participación en torno al 18% del electorado, en un país con abstención estructural, se trata de un triunfo de los postulantes moderados de los respectivos sectores políticos. Pero sobre todo, representa un profundo cambio generacional para la derecha y la izquierda: ninguno siquiera había nacido para el golpe de Estado de 1973, el hito de mayor relevancia en la historia reciente de Chile.

La elección presidencial está programada para el próximo 21 de noviembre y, de haber segunda vuelta, lo que resulta altamente probable, se celebrará el 19 de diciembre. La candidatura ganadora reemplazará al presidente Sebastián Piñera, de derecha, a partir de marzo de 2022. Luego de las revueltas y en medio de una crisis múltiple –social, política, institucional, sanitaria y económica–, la próxima Administración tendrá en sus manos la misión de implementar las normas de la nueva Constitución.

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El candidato de la izquierda, Boric, representa la renovación de una oposición que ha tenido la inmensa dificultad de nuevas figuras en las últimas décadas, tras la transición. Lo prueba que en los últimos 15 años, la única figura capaz de convocar a las mayorías fue la socialista Michelle Bachelet, que gobernó en dos ocasiones (2006-2010 y 2014-2018). Liderazgo nuevo que emergió en medio de las protestas estudiantiles de 2011, Boric representa al Frente Amplio de izquierda, un conjunto de partidos políticos y movimientos que en la última década ha irrumpido en la escena política, conquistando importantes espacios. Hermano de Podemos en España, en 2017 logró 20 diputados y un senador, su candidata a la presidencia Beatriz Sánchez obtuvo el 20% y en mayo pasado conquistaron 21 escaños en la convención constitucional, que redactará la nueva Constitución. El 11 de febrero pasado Boric cumplió 35 años, la edad mínima para postular a La Moneda, y fue uno de los dirigentes de izquierda que empujó el acuerdo de noviembre de 2019 que posibilitó un camino constituyente.

En su programa de Gobierno, donde apostó a conquistar diversos sectores de la oposición, a diferencia de Jadue, Boric busca descentralizar Chile –proviene de Punta Arenas, en el extremo sur del país– y pone especial atención a la descarbonización, el medioambiente, el feminismo y una mayor recaudación fiscal.

El candidato de la derecha, Sichel, tiene 43 años. Con pasado democristiano de centroizquierda, su resultado representa un triunfo del mundo independiente de la derecha, un sector que se ha caracterizado a lo largo de su historia por empujar liderazgos de no militantes. Fue ministro de Desarrollo Social del actual Gobierno de Piñera por un año, entre 2019 y 2020, y se ha presentado ante los electores como un triunfador meritocrático. Superó al postulante tradicional del sector, el militante de la UDI Lavín, en unas primarias donde las máquinas partidarias no fueron relevantes. Solo su candidatura alcanzó cerca del 50% de la votación del bloque, Chile Vamos. En su programa le otorga especial importancia a un Estado accesible, el emprendimiento, la diversidad y la seguridad pública.

Era el escenario menos favorable para el centroizquierda de la antigua Concertación, que agrupa a los socialistas y democristianos, que no participaron de estas primarias legales porque no lograron llegar a un acuerdo antes de la fecha límite. Tienen dos candidatos formales –la socialista Paula Narváez y el radical Carlos Maldonado– y una postulante que todavía no ha oficializado su postulación, la presidenta del Senado, la democristiana Yasna Provoste, que debería lanzarse a la carrera en las próximas horas y que corre con ventaja respecto de sus compañeros de bloque. Con el triunfo de Sichel por la derecha y de Boric por la izquierda, ambos no radicales, se estrecha el espacio de competencia del centro moderado. Los resultados de este domingo, sin embargo, son buenas noticias para las candidaturas de las puntas, como José Antonio Kast, de la derecha doctrinaria, y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, por la Lista del Pueblo (independientes anti sistema capitalista que alcanzaron 27 escaños en la elección de convencionales, convirtiéndose en una fuerza emergente que pone en jaque al sistema de partidos tradicionales).

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