El precio de la hecatombe del 4-M: PSOE, Podemos, Vox y Cs afrontan una factura millonaria | Elecciones en Madrid 4M


El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, abraza a la presidenta del partido, Inés Arrimadas, el 4 de mayo de 2021.Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)

Las desgracias nunca vienen solas, ni siquiera en política. Los grandes perdedores en las elecciones autonómicas del 4-M han tenido que pagar una factura millonaria por su derrota, al no poder cubrir sus gastos electorales con los subsidios obtenidos por cada diputado y voto sumado. Los ciudadanos, que se quedó sin representación en la Asamblea, ha tenido que cubrir con recursos propios 1.018.854,60 euros de los gastos justificados de la campaña de Edmundo Bal, según un informe de la Cámara de Cuentas. Para Vox, el agujero ha sido de 742.679,20 euros, que ha afrontado con sus fondos y 20.000 euros en donaciones privadas. El PSOE, que se hundió al peor resultado de su historia (24 diputados), no ha recuperado 622.256,31 euros por el mismo motivo. Y Podemos, 347.914,55. Todo lo contrario del PP y Más Madrid, los grandes vencedores de esa noche electoral, que han logrado recuperar todo lo invertido.

No es la última réplica del Terremoto de Díaz Ayuso, que desde hace seis meses ha gobernado con el apoyo de los 65 diputados del PP -cuatro de la mayoría absoluta- y negociar ley por ley con el 13 de Vox. De lo contrario. En su afán por competir con el PP, que declara más gastos ordinarios que cualquier otro partido (2.119.107,59 euros), el resto de formaciones forzaron la máquina. La mayoría, de hecho, incurrió en gastos que la Cámara ahora no considera justificables como electorales. Hablando en plata: no se pueden pagar con becas.

¿Significa eso que los partidos han vuelto a hacer lo mismo que en las elecciones de 2019, cuando el mismo órgano de control? Fueron feos que pasaron facturas correspondientes a estacionamientos, comidas, encuestas …? Tienes razón. La historia se repite. Y estos son algunos ejemplos destacados por la Cámara de Cuentas.

  • PSOE. Publicidad fuera de tiempo. Los socialistas han presentado 135.555,60 euros en gastos que la Cámara de Cuentas no considera electorales, ya que 121.924,96 correspondían a publicidad emitida antes del inicio de campaña; y 13.630,62 al alquiler de locales y medios audiovisuales para la jornada electoral. En total, los socialistas alcanzaron hasta 1.856.108,43 euros en gastos ordinarios. El resultado no fue el deseado: el candidato, Ángel Gabilondo, renunció al acto; y el secretario general regional, José Manuel Franco, abandonó el cargo, abriendo una crisis interna de la que ahora intenta emerger la formación con Juan Lobato como nuevo referente.
  • Más Madrid. Centro. Lo mismo ocurre con los 41.962,55 euros de los gastos de Más Madrid, ya que se utilizaron para publicidad tras la campaña (13.552), para alquilar locales antes de su puesta en marcha (15.830,73), o para realizar encuestas (9.335, quince). Además, uno de los comprobantes de gastos, por importe de 2.968,77 euros, no cumple los requisitos para ser considerado factura. Pocas veces, si acaso, se hizo más con menos. Así, el equipo de Mónica García, actual líder de la oposición, declara 338.814,75 euros de gastos en su campaña, a pesar de que el resultado posterior le habría dado derecho a recuperar 1.104.955,47 mediante subvenciones electorales por diputado y voto sumado.
  • Vox. Anuncios de radio. Vox no puede pagar con la subvención los gastos superiores a 15.000 euros, que incluyen cuñas radiofónicas previas al inicio de la quincena electoral (325 euros), seguimiento electoral (12.100), o la vigilancia de un local (3.868,64 euros). ).
  • Los ciudadanos. Transporte de periodistas. El órgano de control le feo al partido de Bal una factura de 4.950,02 euros por el traslado de periodistas. La formación recuperará los 577.875,38 euros gastados en el envío de propaganda electoral.
  • Podemos. Un solo pero. Se informa al partido morado que no se considera justificado el carácter electoral de una factura de 1.270,65 euros.

Todos estos relatos muestran que la organización de una campaña electoral tiene algo de apuesta ciega para los partidos. los Comunidad de Madrid subsidia los gastos electorales de las formaciones que hayan superado el 3% de los votos. Una vez superado este requisito, cada fuerza obtiene lo que le corresponde según los votos que ha sumado (1,01 euros por cada uno), y los escaños que ha conseguido (19.981,18 euros por cada uno). Paralelamente, también se subvenciona el envío de propaganda electoral (0,22 por votante), tramo en el que ningún partido ha superado el límite de gasto previsto.

La consecuencia del sistema es que obliga a los estrategas de cada formación a un ejercicio en el que el deseo y la realidad chocan: deben ajustar lo que gastan en la campaña al resultado que creen que obtendrán quince días después en las urnas. Un cálculo lleno de peligros, y esta vez se ha debido a la mayoría de partidos.

Además, la Cámara de Cuentas ha detectado «inconsistencias internas» en las cuentas que ha presentado Vox para justificar los gastos electorales de la campaña 4-M. Si bien el órgano de control da su aprobación final, señala dos puntos que no considera correctamente resueltos. La primera: la cuenta de varios acreedores del balance presenta un saldo de 672,72 euros, y en el Libro Mayor presenta un saldo de 29.372,40. El segundo: hay una diferencia de más de 10.000 euros entre la cuenta corriente no bancaria del balance y el desglose de las aportaciones partidarias.

“Los estados financieros presentados por los diferentes candidatos están adaptados al Plan Contable adaptado a las Formaciones Políticas, aunque presentan algunos errores contables que se señalan en cada caso, y, en cuanto a la contabilidad de Vox, falta de consistencia interna”, concluye el supervisor. cuerpo, al que pronto se volverá a acumular el trabajo. En menos de dos años habrá elecciones nuevamente.

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