El Gobierno dice que el líder del Polisario se marchará cuando mejore pero no se interpondrá a la citación de la Justicia


El Gobierno de España no se interpondrá si finalmente el líder y presidente del Frente Polisario, Brahim Ghali, es reclamado por la Justicia. Así lo ha declarado la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, que ha explicado que Ghali fue ingresado en un hospital de Logroño por motivos «estrictamente sanitarios» (sufre Covid) y dejará el país cuando mejore su estado de salud, aunque primero podría enfrentarse a la Audiencia Nacional, pues ha sido citado para declarar este miércoles.

A propósito de la presencia del líder polisario en España y el malestar que ha generado en Marruecos, la ministra ha apuntado que «la postura de España con respecto a Marruecos es estratégica y no ha variado: amistad, cooperación y partenariado estrecho, entre dos vecinos y socios privilegiados». 

En rueda de prensa en el Ministerio, González Laya ha respondido así ante el hecho de que el Gobierno haya permitido la entrada en España del líder del Frente Polisario a finales de abril por razones «estrictamente humanitarias» y que la Audiencia Nacional le haya citado a declarar este miércoles como imputado por un supuesto delito de «genocidio y torturas» a la población saharaui disidente refugiada en Tindouf (Argelia).

«Si la Justicia entiende que el señor Ghali debe responder ante la Justicia, el señor Ghali comparecerá ante la Justicia; no va a ser el Gobierno el que se interponga en el independiente y libre funcionamiento de la Justicia en nuestro país», ha subrayado. «La Justicia hará lo que tenga que hacer y el Gobierno lo respetará íntegramente como no puede ser de otra manera en un país democrático», ha reiterado.

Citado por genocidio, asesinato y torturas

Cuando entró en España, Ghali se registró en el hospital con el nombre falso de Mohamed Benbatouch y una identidad argelina para evitar problemas con la justicia española, que le acusa de violaciones de los derechos humanos, sufre problemas respiratorios. Según el medio internaional Jeune Afrique, el jefe del Frente Polisario sufre además un cáncer digestivo desde hace varios años y había sido hospitalizado previamente en Tinduf (Argelia), donde había recibido la visita del jefe del Estado Mayor argelino, Saïd Chengriha.

Fue imputado en 2016 por el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, por acusarle de la comisión de delitos de genocidio, asesinato, torturas y desapariciones cometidos presuntamente contra la población saharaui disidente refugiada en los campamentos de Tinduf (Argelia). El juez admitió una denuncia a trámite en noviembre de 2012 y que fue interpuesta por la asociación Asadedh y tres víctimas contra 28 miembros del Frente Polisario y altos cargos del gobierno argelino.



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