El Frente Amplio de Gabriel Boric lucha por el liderazgo de la Convención Constituyente de Chile | Internacional

Cuando la Convención Constituyente chilena cumpla este martes seis meses -la mitad del plazo máximo que tiene para redactar una nueva Constitución- renovará la directiva que actualmente lidera el académico mapuche, Elisa Loncon, independiente de izquierda. La elección de la presidencia y vicepresidencia es una elección importante para las fuerzas internas de este órgano que está entrando en una fase crucial. Las distintas comisiones finalizan las presentaciones de sus propuestas en torno a los temas sobre los que se ha organizado el trabajo –como forma de Estado, derechos fundamentales o participación popular–, de modo que el pleno de constituyentes se inicie en febrero con la votación de las normas. . Es un período clave y la coalición del nuevo gobierno de Gabriel Boric, que asumió el cargo en marzo, busca quedarse en la presidencia, con la candidatura de Beatriz Sánchez, que fue la carta del bloque de izquierda por La Moneda en 2017 y que el propio Boric impulsó hace cuatro años.

El calendario se va estrechando y parece imposible que se amplíe el trabajo, porque los convencionales tendrán que tener el texto listo a principios de julio de 2022 y realizar un plebiscito en el segundo semestre de este año, en una fecha que aún no se ha cumplido. ha sido definido. El Frente Amplio tiene la vicepresidencia en sus manos, con el abogado Jaime Bassa, pero en esta nueva etapa aspira al puesto más alto de la convención. Es una poderosa señal del presidente electo, que en una visita reciente a la Convención – en su primera visita institucional Tras la victoria del 19 de diciembre -, aseguró que no quería una convención «partidista» al servicio de su Gobierno.

El compromiso del Frente Amplio, sin embargo, deja claro que Boric busca mantener la Convención cercana y no quiere correr el riesgo de que el cuerpo gire en una órbita separada e incluso contra el próximo Ejecutivo. Porque Sánchez, uno de los rostros poderosos de la formación, tiene en paralelo una gran cercanía con Boric y goza de su confianza política, por lo que es impensable que esta apuesta se hubiera podido hacer sin el consentimiento del presidente electo.

Es, a su vez, una movida arriesgada, porque su elección no está asegurada, aunque Sánchez es uno de los candidatos más fuertes. En un cuerpo donde predominan distintos grupos de izquierda y donde la derecha no alcanza ni un tercio de representación, no es la única en la carrera. Varias mujeres convencionales -porque parece haber cierto consenso en que una mujer reemplazará a Loncon- aspiran a la presidencia de la constituyente en los seis meses restantes de trabajo.

Desde un principio, el partido socio del Frente Amplio para llegar al Gobierno, el Partido Comunista, busca el triunfo de Bárbara Sepúlveda, una abogada de sus filas que forma parte de la nueva generación de militantes, como Camila Vallejo (carta casi segura para llegar al Gobierno) y Karol Cariola (una diputada que podría convertirse en presidenta de la Cámara en marzo). Los socialistas, por su parte, empujan a Ramona Reyes, mientras que los independientes de centro izquierda agrupados en la plataforma No Neutrales tienen como candidata a Patricia Politzer, periodista. También aplica la científica independiente Cristina Dorador.

Estas fuerzas han sido precisamente las que han criticado la posibilidad de que la presidencia de la convención constitucional quede en manos de un militante del Frente Amplio, porque estaría en juego la independencia del Ejecutivo. “Lo que corresponde es que el poder constituido se separa del poder constituyente. El presidente y el vicepresidente de la mesa. [directiva de la convención] Deben ser de otras coaliciones a la del Presidente de la República, para que se mantenga esa distancia ”, aseguró en la semana Benito Baranda, un convencional no neutral.

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En la campaña presidencial, Boric se instaló como la figura que, a diferencia de su oponente, el derechista José Antonio Kast, garantizaba el éxito del proceso constituyente. Cuando asuma el cargo el 11 de marzo, la convención votará sobre las reglas. El programa de gobierno de la izquierda necesita la nueva Constitución para reformas fundamentales, como la salud o las pensiones, sobre todo teniendo en cuenta que el Congreso está prácticamente atado y Boric no tiene mayoría.

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