El enjambre de terremotos en Islandia amenazan a la isla con una erupción volcánica inminente cerca de la capital


Los islandeses llevan más de un año experimentando multitud de terremotos. La actividad sísmica en la isla se ha ido intensificando desde 2019, hasta registrarse, en tan solo una semana, unos 18.000 terremotos, algunos de ellos de más de 5 grados de magnitud. Los expertos advierten: el enjambre sísmico pueden tener consecuencias. Podría estar despertándose el magma e iniciarse así una nueva etapa de erupciones volcánicas, cuya fecha de inicio es todavía desconocida.

Los constantes movimientos de tierra en la península de Reykjanes, cerca de la capital de Islandia, parecen indicar que se está preparando el terreno para una gran erupción volcánica en el suroeste del país. Según explica una experta a la agencia Atlas, «el magma está invadiendo el subsuelo y se está acercando bastante». 

A pesar de que Islandia es una isla volcánica acostumbrada a los temblores -está situada entre las placas tectónicas eurasiática y norteamericana-, expertos como Kristín Jónsdóttir, directora de conservación de la naturaleza en la Oficina Meteorológica de Islandia, han reconocido a medios locales que la actividad sísmica que se está registrando en la isla «no tiene precedentes».

Según un comunicado lanzado por la Oficina Meteorológica de Islandia este martes, el magma va expandiéndose día a día, aumentando las posibilidades de que se produzca una erupción. «Cuanto más dure la situación actual, más probable será una erupción», advirtieron. 

Lo que sucede, es que con cada temblor se producen grietas en la superficie terrestre, dando así a los campos de lava del subsuelo una vía de salida a la superficie. No obstante por el momento, Protección Civil considera «poco probable» que la lava llegue a zonas pobladas. 

Concretamente, sitúan el epicentro de esta posible erupción en el sistema volcánico de Fagradalsfjall, en Reykjanes pues es donde se está acumulando el magma como consecuencia de los terremotos (tan solo en la noche del lunes se registraron más de 1.100 terremotos). 

De hecho, las autoridades han elevado el nivel de alerta volcánica de amarillo a naranja para la región, mientras analizan los riesgos y la posibilidad de tener que evacuar ciertas zonas ante los gases sulfúricos que podrían producirse por las erupciones.





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