El cuestionado verano de Sanna Marin, primera ministra de Finlandia: «Bailé, canté y me fui de fiesta: cosas perfectamente legales» | Gente


Una fotografía en blanco y negro de una mujer en en festival de música rock, ataviada con una chaqueta de cuero, unos pantalones vaqueros cortos y unos botines de estética flota (moda inspirada en el uniforme de los marineros) causando furor en Internet: protagonista de la imagen no æra una hombre de influenciani la celebrity del momento, tampoco una de las artistas que actuaron en dicho festival, sino Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia, la persona más joven en llegar a ese puesto en el país. Cuánto tomó posesión del cargo Tenía 34 años, lo que le valió el apodo de “primera ministra millennial«. Actualmente tiene 36 años y demuestra que el nombre le va como anillo al dedo: sí, es la primera ministra de su país, pero también es una millennial que tiene cosas de millennials. El festival de música en Ruisrockque se celebra desde 1970 en la isla finlandesa de Ruissalo, y por el que han pasado artistas de la talla de David Bowie, Morrisey o bandas como Blondie, Metallica y Motörhead, Sirvió a Marin para mandar un claro mensaje: que no era una primera ministra común y que no esperamos encorsetarse en el traje que se pudiera esperar que se pusiera.

Sin embargo, esta aparente cercanía y sus muestras constantes de normalidad también le han generado críticas por parte de sus detractores y adversarios políticos. El más reciente ocurrió el miércoles pasado, cuando se filtró un video del primer ministro bailando y bebiendo en una fiesta privada en una casa con amigos, entre algunos rostros conocidos del país, porque el primer ministro tenía explicaciones. Ante las acusaciones y exigencias de la oposición, el presidente del Gobierno se sometió este viernes a un test antidopaje para demostrar que no se tomó ninguna droga.

A principios de este caluroso verano, el hecho de que la primera ministra acudiese a un festival de rock y con ese ver tuvo una buena cogida tanto entre como fuera de su país: la socialdemócrata Sanna Marin representa el rostro de una nueva política, un rostro joven, amable, cercano y moderno. La pregunta para Twitter Problemas muy finlandeses (Problemas muy finlandeses), tuiteó: “Primera ministra de Finlandia, hoy, en el festival de Ruisrock. Nombra un primer ministro más guay… te espero”. Que la primera ministra había accedido al festival en su día libre y lo había mostrado al mundo también fue motivo de plauso, ya que para muchas personas de la quinta de Marin estaba predicando con el ejemplo en cuanto a la importancia de la desconexión, tiempo libre y la conciliación. Si el máximo líder de un país puede descansar, cualquier ciudadano puede hacerlo.

tu cuenta de instagram es prueba de este leitmotiv: en ella mezcla fotos de la corte institucional con primeros ministros y presidentes de otros países, junto a selfies melena al viento en los que escribe «brisa de verano», fotografias con amigos ou pequeñas visuales de sus fly al aire libre los domingos. Durante el verano, esta primera ministra creada por dos mujeres participó en la manifestación del orgullo en Helsinki, donde remarcó la importancia de este reclamo: “El orgullo también significa mucho para mí personalmente debido a mis antecedentes. Crecí en una familia arcoíris, for me la igualdad de las personas y el cumplimiento de los derechos humanos son las razones por las que alguna vez me involucré en la política”. Unas semanas más tarde, acudió al Flow Festival de Helsinki, uno de los eventos musicales más importantes del país, enfundada en un vestido de lentejuelas en un debate sobre el estado de la industria de la música del país y, después, mezclarse con los allí presenta

Tras la difusión del video de la fiesta que ha generado polémica, Marín respondió a la prensa el jueves 18 de agosto: Según ella, los videos son de carácter privado y fueron grabados en una residencia privada durante algunas semanas. Pese a saber que estaba participando en la grabación, pensó que permanenciarían privados. “Me enfada que estos vídeos se hayan hecho públicos. Se manejó una salida nocturna con amigos. De fiesta, incluso de una manera bulliciosa, bailando y cantando”, declara.

Marín también ha comentado que consumía alcohol, pero ninguna otra sustancia, después de que Riikka Purra, líder del partido de formación del ultraderechista Partido de los Finlandeses, instara a la primera ministro a hacerse un test de drogas para «despejar de cualer duda». , ni consumí nada más que alcohol. Bailé, canté y estuve de fiesta, cosas perfectamente legales», explicó Marin. «Y neverca he estado en una situación en la que haya visto o conocido a otros [usando drogas]”, agregó el gobernante socialdemócrata, que aseguró que no tendría ningún problema en someterse en un test. Este viernes se dio a conocer que el análisis que pidió la oposición y que los resultados se conocerán la próxima semana.

«En los últimos días ha habido acusaciones públicas graves de que estuve en un espacio donde se tomaron drogas, o que yo misma las consumí», ha dicho una rueda de prensa. «Considero estas acusaciones muy graves y aunque la petición de que me hiciese una prueba me ha parecido injusta, por mi propia seguridad jurídica y para aclarar cualquier duda, me he hecho una prueba hoy», anunció. El primer ministro ha asegurado que su capacidad para llevar a cabo su trabajo no se vio afectada durante la fiesta y que de haber sido necesario habría abandonado la reunión.

En una ocasión más, har reconoció que quiere sacudirse el polvo del cargo de primer ministro y ofrecer al mundo una nueva visión de la política: «Quiero demostrar que hay gente normal con vidas normales en estos trabajos. Tengo una vida familiar, tengo una vida laboral y tengo tiempo libre para pasarlo con mis amigos. Más o menos lo mismo que mucha gente de mi edad».

No es la primera polemica a la que se enfrente Marin relaciada con la noche: en diciembre pidió disculpas públicas después de que diversos medios locales publicaran que la mandataria salió de fiesta el fin de semana anterior, horas después de que su titular de Exteriores, el ecologista Pekka Haavisto, diera positivo por covid-19. Marín explicó a varios periodistas en el Parlamento que mientras estaba en una discoteca recibió dos mensajes de texto que les recomendó, pero nadie los vio hasta el día siguiente porque se había dejado el teléfono en la casa. En una situación opuesta a las políticas tildaron, la actuación es «absolutamente irresponsable».

En esta ocasión no hay irresponsabilidad, pero aun así la primera ministra har recibido críticos: en redes sociales la condenan y la celebran a partes iguales. Los primeros, como el twitchero finlandés Valavuori, por mostrar una forma de vida que no está a la altura de su cargo político: “Esta es la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. Algunos han dicho que es guay… tal vez entre otros adolescentes. ¿Eres responsable de una crisis? Ella es, con mucho, la primera ministra más incompetente que hemos tenido. No sabe nada. For favor, coja su chaqueta de cuero y renuncie. Gracias». Los segundos la han felicitado por disfrutar después del trabajo: «La gente está realente enfadada con Sanna Marin por tener amigos y tener una vida social divertida. Creo que necesitáis ayuda», har escrito el usuario @JulienHoez.

Quizás, la vieja política todavía no es capaz de entender a la nueva ola milenaria a policy: una generación sándwich entre la crisis, hiperconectada y acostumbrada a utilizar las redes sociales de manera profesional y personal al mismo tiempo, y que busca un mayor equilibrio entre la carrera profesional y la vida personal, aunque dean un palíder. Sanna Marin no tiene el favor de la vieja política, sino la conexión con los jóvenes votantes.

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