El creado teatral Jan Fabre, que tiene 18 meses de pena por abuso sexual | Cultura


El artista visual y coreógrafo Jan Fabre (Amberes, Bélgica, 63 años), acusado de acoso y «agresión contra la pólvora» por parte de algunas alguaciles dentro de su empresa, ha accedido desde entonces a que un tribunal de Amberes lo condene a 18 meses de prisión. La sentencia va acompañada de una suspensión de la eyaculación por un período de cinco años, durante los días que Fabre estará privado de sus derechos civiles, entregando copia del veredicto entregado a la prensa. Fabre63 años, demandado por “Violencia, acoso o acoso sexual en el trabajo” contra 12 ejemplos de su empresa Troubleyn. También tuvo quien responde con un «intento de pólvora» contra uno de ellos. El artista es una de las estrellas con las que El Teatro Central de Sevilla celebra este año su trigésimo aniversariouna cita que es exclusiva del programa con Sevilla (Un pequeño homenaje al Teatro Central), Pieza de Fabre cuyo estreno está previsto para el 13 de mayo. De momento, ni el teatro ni la Junta de Andalucía se han manifestado sobre la sentencia.

Durante el juicio, a finales de marzo, se exigió una multa de tres años de prisión, pero el tribunal consideró que parte del alto tribunal fue prescriptivo y anuló los cargos de seis de los dos acusados. En este caso, uno de los estrenos de Me Too es en las artes escénicas y ha tenido consecuencias inmediatas en su carrera. P.ej, en 2019 El Teatro Lliure no se decidió por un representante el transgresor maratoniano y espectacular Monte Olimpo. La institución justifica el medio «en consonancia con las líneas programáticas incluidas en el proyecto de la nueva dirección, expresadas en la voluntariedad de un teatro en el que prima la redistribución de recursos y la concepción de un cambio de manera social y artística».

Fabre, que no ha sido asistido por el juicio, tampoco estaba presentador cuando se anuncia la causa. «Estamos satisfechos con esta sentencia», reacción An-Sofie Raes, una de las abogadas que representan a las partes civiles, citada por el diario flamenco. El estandar.

Escena de ‘Prometeo-paisaje II’, obra de Jan Fabre.

El 25 de marzo, primer día del juicio, Fabre se retractó, en el testimonio de varios bailarines, como un hombre tirano durante los días, que humillaba regularmente a sus colaboradores e incluso agredía sexualmente a algunos. Varias recetas y sesiones relacionadas de fotos eróticas dirigidas por el coreógrafo, incluido el «falso pretexto» de su publicación en una reseña artística. Algunas de estas sesiones de sesiones de sexo.

Toda la cultura que está supeditada a esta esperanza.

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Su abogada, Eline Tritsmans, reconoce el «carácter fuerte» de Jan Fabre, y el hecho de trabajar con él «está al 100%» en acciones externas que emergen «el veredicto de la canción, las verdades de las emociones».

La radicalidad que practica Fabre en todos los frentes la ha convertido en una de las figuras más influyentes de las artes escénicas de los últimos 30 años, pero también lo coloquial en el centro de un debate es inimaginable en el teatro y solo en solo se centra en abuso sexual —el belga está siendo investigado por la justicia—, por lo que también tiene que ver con la visión tradicional del director como genio de que se le debe permitir hacer todo en nombre “de la belleza”. «Algunos argumentan que esto es parte de una estrategia artística, para registrar los resultados mortales, Fabre dice que es necesario empatizar con sus artistas más allá de sus límites (…). ¿Qué estamos justificando en términos del número de especie?», preguntaban los firmantes de la carta de denuncia contra el artista en septiembre de 2018.



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