Detectan «grandes reacciones locales retardadas» en la piel de personas que habían sido vacunadas con Moderna


Fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, fatiga, dolor en la zona del pinchazo… Son algunos de los efectos secundarios de la vacuna contra el coronavirus de los que más se ha oído hablar desde que se empezara a vacunar. Son también las reacciones más comunes entre los vacunados, y no presentan riesgo alguno pues a los días terminan por desaparecer. 

De hecho, según el quinto Informe de farmacovigilancia sobre vacunas Covid-19 publicado este martes por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), solo un 0,02% de los 14,2 millones que habían recibido la vacuna en ese entonces notificó un acontecimiento adverso grave

De entre las que actualmente se están administrando en España, el informe señala que los que han padecido más contingencias adversas son los inmunizados con Moderna (0,19%), seguidos de los que recibieron la de AstraZeneca (0,13%), y la de Pfizer (0,10%). 

La de Moderna es, además, la que presenta un mayor porcentaje de la reacción marcada como «dolor en la zona de vacunación» (18% de los analizados). En ocasiones incluso llega a presentarse una reacción adversa fruto de la hipersensibilidad cutánea con erupciones grandes y rojas en la piel que pueden llegar a generar picor o dolor. 

Un grupo de investigadores del Hospital General de Massachusetts publicó el mes pasado un estudio llevado a cabo sobre este tipo de erupciones en la revista científica ‘New England Journal of Medicine‘. En el documento, los investigadores destacan que, si bien el 84% de los efectos surgen prácticamente inmediatamente después de haber sido inoculados con la primera dosis, hay algunos casos en los que se puede apreciar «grandes reacciones locales retardadas» en el lugar en el que se inyectó la vacuna de Moderna. 

Este tipo de reacciones –eritema, induración y dolor a la palpación– aparecían a partir del octavo día de haber recibido la primera dosis y, aunque puedan ser incómodas y molestas durante unos días, los expertos señalan que terminaban por «resolverse» normalmente cuatro o cinco días después de haber aparecido.

El objeto del estudio, según apuntan, no es otro que advertir a los profesionales sanitarios de que ese tipo de reacción adversa es posible entre vacunados con el suero de Moderna, para que sepan aconsejar los tratamientos más adecuados a los pacientes que los sufran. 

«Es posible que los médicos no estén preparados para abordar las reacciones locales tardías a la vacuna mRNA-1273», señalan los firmantes del estudio. «Dado el avance en las campañas de vacunación masiva en todo el mundo, es probable que estas reacciones generen preocupación entre los pacientes», añaden, recalcando que este tipo de reacciones no han sido reconocidas, por lo que «muchos pacientes han recibido antibióticos de forma innecesaria». 

Por ello, esperan que con el documento publicado se disipen las preocupaciones que puedan surgir en las personas que sufran reacciones cutáneas tardías y que los médicos sepan cómo tratarlas «minimizando el uso innecesario de antibióticos».



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