¿Cómo tener una póliza? Internet como posible explicación | España

Desde 2014 en España la competición política cuenta con un carrusel de navegación y lectura. Política hacer cosas No parece ser más rápido, pero ha acelerado la carrera de los pilotos por la potencia. En estos años hemos visto una década de formación, desde UPyD hasta Podemos, Ciudadanos, Vox, Más País, Junts o España Vaciada, en tiempos de desinflarse. Ciudadanos llego a ser primer paso en las encuestas de 2018 y ahora ronda el 3% en votos. Los líderes son fugaces silenciosos, como al pensar que de los cuatro grandes candidatos de 2019 (Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias) solo repite uno, que además es el presidente.

Pero, ¿qué motiva a los refugiados? No tengo un solo respiro, porque nunca el heno; El sistema de partidos está siendo eliminado durante la crisis económica de 2008 y su reconfiguración podría afectar la cantidad de elementos, incluidos los factores decrecientes que llamamos. Pero no tengo nada especial: Internet papel en la política acelerada.

Internet hizo más darse cuenta en conocer. Es un candidato que puede viralizarse en las redes sociales, de forma orgánica, y desde ahí captará la atención de los medios masivos. No hay necesidad de grandes planes u organizaciones que lo apoyen. Este domingo, por poner un ejemplo, uno de los candidatos a la presidencia de Colombia es Rodolfo Hernández, un efervescente enigma llamado ‘el viejo TikTok’. Treinta años atrás, habría llevado a la gran mayoría de los medios exigentes públicos, enfatizando su partido, que tenía el poder de tomar los medios o iniciar un gran discurso. Estos son platos importantes, como muchos tipos diferentes de trayectorias, como Pedro Sánchez, Emmanuel Macron o Donald Trump.

Internet y carta son solo y primer escalon. Cuando algunos exageran la importancia de los discursos, registran la preeminencia de Podemos: Pablo Iglesias escucha la política española tanto como Internet como la televisión. Es mero, el partido digital de aquellas elecciones europeas en cambio, el Partido X, que ciertamente no registra por qué fracasó. Es posible ver a Vox en 2018 en YouTube, WhatsApp e Instagram, todo menos por llevar el mecha, aunque su éxito demanda las audiencias masivas de radio, prensa y TV.

Internet puede alimentar el populismo. Esto es lo que me sugiere Eduardo Suárez, editor en jefe del Instituto Reuters de Oxford: «Dije que internet ha ofrecido un tipo de candidato y la campaña que los políticos de todo el mundo están emulando (una amenaza populista) tiene un papel en plataformas digitales, lo que ayudaría a difundir mensajes simples, y tendría un apoyo marginal en el debate público”.yo, II, tercero), men du er pensar como Suárez.

Internet también es capaz de tener los medios políticos Sean (más) para los políticamente motivados. Es tesis de Ezra Klein sobre Estados Unidos, pero que se puede exportar: “En la era de la era, en la época la política está en una negociación que sirve para que la gente se interese por la actualidad política, y eso pretende crear más interés por la actualidad política. interesada en la política, para la mayoría de la gente, elige una banda”.

Diversos estudios han demostrado que la mayoría no vive en cámaras ecológicas de medios. Por ejemplo, Sílvia Majó-Vázquez y colaboradores Han Mestrado que los medios ‘mainstream’ de Estados Unidos «ofrecen un terreno común donde convergen audiencias ideológicamente diversas». Pero con un matiz de duda: mucha gente no mira noticias y quizas solo convergen para leer sobre deportes, fechas o recetas.

Internet produce nichos, también para la política. El interés por la política está siendo minoritario, según el CIS: el 60% de la gente dice que el interés es «poco» o «nada». Sin embargo, en los últimos años el grupo de personas motivadas ha crecido: el porcentaje de personas «muy» interesadas bajó del 3% en 2000 al 9% de hecho. Este grupo no decide las elecciones —al revés— sino que domina la conversación en Twitter y en sus grupos de Whatsapp; y será el que más información puramente política consuma (por decir lo mínimo, sobre partidos). Es una minoría polarizada e hiperactiva, y creo que debemos pensar con sus propias palabras: ¿Estamos acelerando la política?