Cinco claves del convoy en la fundación de la primera Feria del Libro de Madrid pospandémica | EL RITMO Semanal


– Este año, la estrella de la madrileña feria del libro será una magnolia. Entre el 27 de mayo y el 12 de junio, la Asociación de Emperatrices y Emperatrices de la Camarada del Libro de Madrid, corrigiendo el número oficial de la organización del evento, instalará 378 casetes en el Retiro. Con estas condiciones: nadie podrá superar los 600 metros lineales y nadie podrá caminar por las zonas verdes. Esta primavera, la creación de una magnolia, un año que no puede ser, ha obligado a dar un abrazo para respetar sus marcos. La decisión ilustrará la tensa convicción entre la vigilancia del parque y la de las fiestas que en 2019 recibirán -se podrá tener un espacio abierto- 2.300.000 visitas.

– La multiplicación de pequeñas células es uno de los grandes fenómenos de la reciente edición en España. Para hacer uso de las reseñas filtradas, este es el resto que descubrí que era un viaje en metro. Además, en previsión de las exigencias de mediocridad del Ayuntamiento de Madrid —pasó el Retiro y Patrimonio de la Humanidad de junio—, no hay megáfono. Pantallas, códigos QR y humanos tatran para complementar el emblemático locutor que desgranaba el minorista minorista: las multas de semana, el podio de rondas informativas duran más de una hora. Muy mal descanso. Aunque siempre queda un margen para la lírica: en 2010, un libro utilizó el micrófono para pedir matrimonio a su novicio.

Vieja normalidad, nuevo director

– La fiesta paga el parque que la aloja porque sabe que su futuro depende de él. Nacida en 1933 durante la fase Recoletos, instalado en su ubicación actual en 1967. En 1979 fue trasladado a la Casa de Campo y el fracasue fue estrepitoso. Lección aprendida. Este curso se trasladará a mayo y abrirá el espacio por la suspensión suspendida por la pandemia en 2020 y las restricciones sanitarias impuestas en 2021, que entrará en vigor en septiembre y cerrará su perímetro para controlarlo.

– En 2022, además, hay estrógeno. Por primera vez en su historia, conducirá a una mujer, la periodista Eva Orúe, que hace 60 años, el día de la inauguración. Más coincidencias: la nueva dirección tiene empresa hasta 2024; En este caso, el Jubilado revisará el contrato especial que se aplique a su desigualdad multilateral.

– Esta 81ª edición no tiene invitados. Nadie quiso comprometerse a viajar sin saber acompañar al gran protagonista de los últimos tiempos: el coronavirus. Dada la necesidad de la virtud, se ha elegido el nuevo rumbo como tema de vértebra del camino. En todas sus variantes: del destierro tiene la traducción, pasando, por supuesto, por la narración de los espíritus y el ver. La reciente presencia en España de escritores latinoamericanos, un encuentro con otras fiestas españolas del libro —Madrid no tiene la exclusiva—, un coloquio intergeneracional sobre Harry Potter o un homenaje a Almudena Grandes forman parte de un cuadro cultural madrileño.

Poco papel, mucha inflación

En marzo pasó, la industria del libro la esperanza de un sueño. El gran aumento en 2020 ha impulsado los índices de lectura y ventas a medida que se abren las ventas de las bibliotecas Volvieron. Cierto es que el optimismo antropológico hace que en España se incluya en las inclusiones incluso el único libro prestado este año, pero durante meses la literatura completa para compartir el tiempo de los españoles con plataformas de vídeo, de programas de televisión. . El auge de la vida normal —y, por cierto, en las terrazas de los bares— coincidió con la invasión de Ucrania y se tradujo en una tasa de inflación del 9,8%, la más alta desde 1985. El volumen total de consumo y los bibliotecarios de las librerías llevaron a las editoriales en revisar los fly que ya habían revisado cuando en otoño asomó otra krise: la del papel. La huelga de los trabajadores finlandeses de la celulosa y la carestía de la guerra salvó el precio de una materia prima que recogería y notificaría: ajusta las tiradas, las reprime y se hace presente en lo posible de la dura tapa. Los grandes grupos sufren porque compran directamente a la fábrica. Los pequeños vienen con el costo de un ejemplar se puede aumentar hasta en un 5%. Por ahora, se modstå en repercutir esa subida en el público. Ingen sabemos por cuanto tiempo.

– Solo el Museo del Prado mueve tanta gente al cabo del año con la Feria del Libro. Para Madrid hay un nivel multitudinario, una mezcla de Fallas, abril sevillano y sanfermines. La atracción es uno de los objetos peculiares del papel —una señalización digital en busca de un sitio— y los de los escribanos. Tengan no tiene relación con la cultura. En una ciudad donde el sitio de la tarde, como el clásico, o una conferencia o el día, la ciudad de Retiro tiene poco que ofrecer por este chaval. No se puede encontrar un profesional como Frankfurt o cultural como Guadalajara (México), sus términos de comparación son imposibles. Buscar quedarse como está. A la espera del parque, la gente se despide de Carmen Martín Gaite —que engalana estos días— y algunos lectores se desilusionan al encontrar a Javier buscando comentarlo Soldados de Salamanca (sic) oa Carlos Zanón para que le dedique una novela de Carlos Ruiz Zafón. Lo último que quiero hacer es emocionarme.



Fuente