Chile: Andrés Allamand, un negociador de la derecha chilena | Internacional


Andrés Allamand en una foto de archivo.RR.SS. Andrés Alamand

El actual Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Allamand (Santiago de Chile, 65 años), ha sido una figura muy importante en la política chilena. Rostro histórico de la derecha -integrante del partido Renovación Nacional, que era el propio partido de Piñera- durante décadas ha sido un negociador que se ha hecho un nombre al establecer buenas relaciones con quienes no necesariamente comparten su pensamiento político. Integrante del ala liberal de su sector, aunque con los años ha endurecido su posición, este viernes ha sido elegido el nuevo líder de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), que asumirá el cargo en abril, por lo que puede terminar Hasta con el presidente chileno su segunda Administración, que culmina el próximo 11 de marzo.

“Agradezco la confianza y el apoyo de todos los cancilleres de Iberoamérica, que me han otorgado el honor de dirigir la Secretaría General Iberoamericana para el próximo período”, agradeció Allamand a través de las redes sociales. «Nos enfrentamos al desafío de fortalecer la integración iberoamericana y posicionarla con fuerza en el escenario internacional».

En el Gobierno de Salvador Allende fue un destacado líder de la oposición secundaria. Abogado de la Universidad de Chile, a principios de los años ochenta comenzó a reestructurar la institucionalidad de la derecha chilena, encomendada por uno de sus padres políticos, Sergio Onofre Jarpa, quien entre 1983 y 1985 fue Ministro de Gobernación del Estado. dictadura de Augusto Pinochet. Fue la época en que se inició un lento proceso de apertura en respuesta a las movilizaciones sociales de 1983. Fue uno de los fundadores del Movimiento Sindical Nacional (MUN), que buscaba la renovación de la derecha y no reeditar al rebelde Partido Nacional. , disuelto por el propio Onofre Jarpa. Allamand, desde entonces, se ha convertido en uno de los puentes fundamentales entre la oposición de centroizquierda y el régimen militar. Hacia el final del gobierno autoritario, fue uno de los principales negociadores de las reformas constitucionales de 1989 con la Concertación, aunque algunos de los compromisos asumidos por Renovación Nacional no se cumplieron. Junto a líderes como Evelyn Matthei –candidata presidencial en 2013 contra Michelle Bachelet–, Alberto Espina y el propio Piñera, al inicio de la transición formaron un grupo conocido como patrulla juvenil, una generación de relevo generacional con la derecha del golpe de 1973.

Establecer buenas relaciones con opositores políticos ha sido evidente en distintas etapas de su vida, pues en un momento tuvo un mejor rating en el centroizquierda, que lideró la transición de 1990 a 2010, que en su propio partido. En la década de 1990, uno de sus cuatro hijos sufrió un grave accidente en una piscina y Fidel Castro lo llamó para ofrecerle asistencia médica en la isla. Allamand y su familia viajaron a Cuba durante años para atender al pequeño, lo que Allamand le ha contado y agradecido en numerosas ocasiones. «Mi familia y yo tenemos la mayor gratitud humana», dijo cuando Castro murió en 2016.

Presidió su partido y luego fue diputado entre 1994 y 1998, cuando aspiraba a llegar al Senado y no lo logró, pues los socios políticos de la Unión Democrática Independiente, UDI, pusieron una de sus mejores cartas como competencia. Allamand inició entonces un viaje por el desierto, que dio título a uno de sus libros donde compagina el ensayo con las memorias. En el escrito, analiza el desarrollo y la reconstitución de la derecha chilena desde la dictadura hasta la transición y repasa el fallido intento de mover el partido hacia lo liberal. Luego de una larga estadía en Estados Unidos y luego de años alejado de la política contingente, Allamand regresó a Chile en la primera mitad de la década del 2000, donde tuvo uno de los grandes conflictos con Piñera. En las elecciones de 2005, Allamand apoyaba firmemente al candidato presidencial de la UDI, Joaquín Lavín, cuando Piñera lanzó su propia candidatura a RN, el partido de Allamand. Fue una crisis entre los dos y sacudió la relación de los dos principales partidos de la derecha. Pero aunque ninguno de los dos ganó La Moneda, porque triunfó Bachelet, dejó instalado a Piñera para las elecciones de 2009, en las que finalmente llegó a la presidencia.

Allamand y Piñera han tenido una relación compleja, probablemente porque siempre jugaron el mismo papel de liderazgo en la derecha liberal. Sin embargo, fue Piñera quien asumió la presidencia, a pesar de que su origen familiar está en los demócratas cristianos, a diferencia de Allamand que siempre ha estado en esta área del espectro político. Quienes saben hablan de un vínculo estrecho y particular entre los dos, que son viejos conocidos. En su primer mandato como senador, Allamand dejó el Congreso para convertirse en Ministro de Defensa en el primer gobierno de Piñera. Intentó sin éxito disputar la sucesión en 2013, cuando perdió las primarias ante el líder de la UDI, Pablo Longueira, por lo que volvió a postularse para el Senado y ganó. Estuvo en el Parlamento en medio del estallido social de 2019 y, desde ese cargo, fue una de las principales voces que convocaron a votación. rechazo en el plebiscito de octubre de 2020, donde ganó la opción contraria, para reemplazar la Constitución (80% contra 20%). Desde julio del año pasado, dirige el Ministerio de Relaciones Exteriores de Piñera, donde sigue incidiendo en la política: «Sería un error muy grave que Chile se reencuentre en la nueva Constitución», dijo a EL PAIS en noviembre del año pasado. .

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Casado vuelto a casar con Marcela cubillos, uno de los principales convencionalistas de la derecha, en julio el canciller subió una fotografía a las redes sociales, compartiendo de manera amistosa en un avión con Piñera, el recién asumido peruano Pedro Castillo y Evo Morales. En una imagen que ilustra bien la capacidad de Allamand para establecer vínculos, faceta que ahora desde el Segib –con sede en Madrid–, tendrá que desplegar por toda Latinoamérica.

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