Así es el ‘Interconector Euroasia’, el mayor cable energético subacuático del mundo que unirá Grecia con Israel


Chipre, Grecia e Israel firmaron este lunes un memorando de entendimiento para la construcción del mayor y más profundo cable energético subacuático del mundo, que atravesará el lecho del mar Mediterráneo con el objetivo de diversificar las fuentes de energía de estos países.

El Interconector proporciona una importante autopista eléctrica en el sureste de la UE y pone fin al aislamiento energético de Chipre y Creta. «Ninguna nación debería ser considerada simplemente una isla. Frente a los retos energéticos a los que se enfrentan muchas economías, tres países – Israel, Chipre y Grecia – buscan asegurar su crecimiento y prosperidad a través de la construcción de un puente energético», dice la web oficial del proyecto.

El cable recorrerá unos 1.200 kilómetros

Se prevé que el cable recorra alrededor de 1.200 kilómetros a una profundidad máxima de 2.700 metros bajo el mar y transporte hasta 2.000 megavatios entre las redes eléctricas de los tres países.

El Interconector recorrerá tres secciones divididas en unos 310 kilómetros entre Ática (región capitalina en Grecia) y la isla de Creta, alrededor de 900 kilómetros entre la isla griega y Chipre y otros 310 kilómetros entre Chipre e Israel.

El proyecto costará unos 740 millones de euros

El proyecto, llamado Interconector Euroasia, costará unos 900 millones de dólares (alrededor de 740 millones de euros)y se espera que esté operativo en 2025.

«Para Chipre en particular supondrá un paso decisivo para acabar con el aislamiento energético de la isla y, por tanto, nuestra dependencia de los combustibles pesados», destacó la ministra de Energía chipriota, Natasa Pilides.

El memorando fue firmado hoy por Pilides y su homólogo israelí, Yuval Steinitz, en el palacio presidencial de Nicosia, mientras el ministro de Energía y Medioambiente heleno, Kostas Skrékas, lo hizo a distancia, desde Atenas.

Los tres ministerios emitieron un comunicado tras la firma resaltando la importancia del paso para «aportar las sinergias necesarias que facilitarán la integración de las fuentes de energía renovables adicionales» en cada país, lo que mejorará su capacidad para cumplir con los compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero adquiridos en el Acuerdo de París.



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