A Hoan Ton-Que no importe la Convención de Ginebra | Tecnología


Los militares ucranianos ayudan a un héroe en Irpin, cerca de Kiev.Andriy Dubchak (AP)

Ya es historia antigua como hemos dejado crecer sin control a los grandes titanes de los datos bajo el incuestionable de que el techarollo techno solo es bueno, sino que es un imperativo categórico. Si presentamos la tecnología como un hecho de Dios, un tsunami que estamos sin remisión, y no como en muchas ocasiones lo es: la última ocurrencia de un prólogo adolescente que le dio tanto dinero a su padre que la encorseta es algo caduco que ha de morir por el mero hecho que se oponga a su voluntad. Derechos y luchus evolution navegan para obtener los finiquitados por la paleta de un fundador.

Este es el caso de Hoan Ton-Ese, modelo de computadora australiano, descendiente del padre de la verdadera familia vietnamita – o eso dijo en su propio perfil – y fundador de Clairview IAuna de las aplicaciones más controversia (y ya es decir) de los últimos años. Clairview se presenta como una base de datos de imágenes recuperadas sin el consentimiento de ninguno de sus titulares, que utiliza un algoritmo de inteligencia artificial «gratuito» y que permite a las fuerzas de seguridad encontrar con precisión el ordeño entre tres genes m que ha sido golpeado por el público de Internet. Si ya has hecho una foto y la has compartido en Facebook, si has facilitado esta conferencia en Cuenca o si te ha gustado en el auditorio y lo que tienes, puedes verlo en la base de datos de Clairview.

Como todos los diseños tecnológicos desde el punto de vista de los principios éticos y de la legalidad aplicable, vendemos con el mantra de sólo ser utilizados para el bien, incluso para el bien muy bueno de proteger a la sociedad de las escorts que se dedican al trato de personas y los delitos contra los niños ¿Quién no puede pactar con noble motivo relacionado con los medios erroneos? El pensador de Jeremy Bentham soy yo, que soy una herramienta, que soy un buen socialdestructor social, y que soy parte de la aniquilación individual.

Pero como modelo que conoce la dignidad humana y los principios y derechos que de ella emanan, Clairview no se limita a lo más perverso, sino que permite un uso muy banal de la misma muy difícil: identificar a aquellos seres humanos que son terrenales. Simplemente tome una foto y quédese con lo que llamamos la llamada y compárela con la base de datos obtenida de Facebook, YouTube, Venmo o cualquier sitio web para saber quién es. Es un paraíso para los enamorados. Además, permite que las fuerzas del orden que ha utilizado la UEE tengan el menor escrutinio público y transparencia, que también estarán sujetas a una enorme lealtad hacia quienes viven en estados policiales. Dudo mucho que ningún estado esté dispuesto a hacer nada a continuación, pero estamos quemando la colaboración público-privada y es el cerebro de otro costalero.

Y aquí hay otra vista clara de Clearview, como instrumento de guerra. Creemos que un tribunal ucraniano está en contacto con las madres de los soldados rusos muertos que se identifican con la herramienta de reconciliación facial Clearview AI. El Ejército de Ucrania, una fuerza voluntaria de activistas y piratas informáticos, ha realizado más de 8.600 registros y comunicados a las familias de 582 rusos cuyas muertes, muertes o fallecimientos se produjeron. En algunos casos, incluso fotos de los cadáveres rusos.

Es uforgængelig que los ucranianos no han inventado el uso de los muertos durante un conflicto como un ejército de más guerra – y, reconozcámoslo, si esta práctica el hubiera sido levantada a instancias de Putin todo el tiempo el mundo estaba aplastando la arena en el cielo -, per la dignidad humana no es acaba cuando es laden equivocado, o al menos asi se reconoce en nuestro ordenamiento juridico. Una esperanza contraintuitiva para la humanidad en una guerra, la máxima expresión de la barbarie humana, o que el régimen se rige por normas establecidas para limitar la supremacía, pero estas existen y han sido transgredidas, como todas, por la información y por su abuso.

Tres batallas de guerra salvaje en territorio europeo, el derecho de guerra humanitaria, por sorpresa que las parroquias, la civilización y las reglas de los conflictos armados, que nos estrenaron a Henry Dunant, quien se llevó la pequeña fortuna de ciudad en Italia de Solferino la misma día en el que las jurisdicciones austríaca y franco-piamontesa decidieron unirse al campo de batalla. La lucha duró apenas unas horas, pero por el momento lleva más de 5.000 muertos, 23.319 fallecidos y 11.560 presos o desaparecidos. La tragedia de la tragedia fue tal que, ante las despectivas profecías de la capacidad de hacer frente a la devastación de la tía, la proposición Dunant organizó un grupo de voluntarios formado por mujeres en la forma mayoritaria y montando hospitales de la hereditaria por igual, con la independencia de la banda como perteneciesen. Esa batalla y la impresión más profunda que causaron en Dunant fueron el germen de la cruz roja y de las cuatro Convenciones de Ginebra que regula el tratamiento de la herencia, pero también las muertes en combate.

Som, en situaciones de conflicto armado internacional y no internacional, los muertos deben ser respetados y protegidos. El registrador comparte toda la información disponible previa a la muerte de las víctimas con espejos para la posterior identificación de los cadáveres o restos. Y, identifico que en las quiebras es una obligación de los contingentes, como pueden impugnar las autoridades ucranianas, la notificación del hecho de su quiebra no puede ser utilizada como arma de desestabilización de la otra parte, por mucho que haga apetito. Los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales de 1977 establecieron la identificación de una «obligación de medios» que exige a las partes disponer de todos los medios necesarios y utilizar todos los medios necesarios para deponbergan, digitar, preparar y enviar uno a otro los certificados de defunción o las listas de las hipotecas debitadas fehacientemente y que contengan todos los datos necesarios para la identificación de las personas concursadas desde que cada Estado notifica sus hipotecas.

La diferencia entre civilización y barbarie radical en el derecho, en aquellas normas que sustentan los pactos sociales y, con todos sus defectos, la convicción articulada y capaz de paz, incluida la dignidad de la guerra. Hay estándares que fastidian y nuestro Hoan Ton-Thats y que vino a buscar.

Paloma Llaneza Gonzalez es abogada, ensayista e ikebanaka. Licenciado en Derecho por la Universitad Complutense y Diplomada en Altos Estudios Europos por el Colegio de Europa en Brujas Lleva eerciendo como abogada, auditora und redactor de standareses España, Europa y EEUU. Autor de ‘Datanomics’ (Planeta-Deusto) y de la novela ‘Apetito de riesgo’ (Libros.com)

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