Resaltan necesidad de generar condiciones que reduzcan el impacto de la pandemia


La crisis económica que está provocando la pandemia de COVID-19 puede llegar a generar una mayor magnitud social que el problema sanitario. El estado de bienestar puede ser el elemento que ayude a los gobiernos a reducir el impacto en ambos términos.

Así lo consideró Rafael Muñoz de Bustillo, catedrático de economía de la Universidad de Salamanca, durante la conferencia “Estado de bienestar en tiempos de COVID-19”, organizada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd).

Explicó que el estado de bienestar puede actuar compensatoriamente por dos vías distintas: al reducir el impacto que tiene la pandemia en términos sanitarios, con una baja de los niveles de morbilidad y mortalidad, y al intentar que el problema sanitario no se convierta en un impacto económico catastrófico.

“El estado de bienestar se presenta como un elemento central de combate para el COVID-19, debido a su capacidad de respuesta sanitaria, al contar con infraestructuras, medios, personal y al contar con la capacidad de decisión de ampliar dichos medios si hace falta”, declaró Muñoz de Bustillo.

El catedrático indicó que en el caso dominicano el 44 % del gasto en salud es privado, lo que “claramente puede conducir a situaciones de riesgo económico mayor que cuando hay una cobertura de la salud pública universal, de suficiente calidad, que hace posible que los particulares se enfrenten a esta situación (de pandemia) sin por ello ver aminorar sus ingresos o ahorros”.

De igual forma, refirió que el país tiene una estructura económica muy susceptible de verse afectada por las medidas de confinamiento, tanto interna como externa, debido a que entre un 37 % y un 38 % de los ingresos que recibe por exportaciones provienen del turismo internacional.

Beneficios

Rafael Muñoz de Bustillo, quien además es experto del Consejo Económico y Social de España, planteó que el papel central del estado de bienestar es la protección contra los riesgos sociales.

Destacó que otra de la importancia del estado de bienestar es que permite poner en marcha otros tipos de mecanismos económicos contracíclicos.

“Claro, esta actuación contracíclica también implica que cuando esto pase (la pandemia) el estado de bienestar se va a ver en una situación de déficit y habrá una deuda acumulada. Habrá que plantearse cómo se hace frente a ese pago de la financiación sin que ello implique recortar la base fundacional del estado de bienestar”, señaló.

Asimismo, resaltó también la capacidad que tiene el estado de bienestar de desmencartilizar el acceso a rentas vía prestaciones sociales. “Hacer que algunos individuos, en determinadas circunstancias, puedan recibir ingresos sin estar trabajando porque no hay trabajo, como en la actualidad”, puntualizó



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