La actividad económica se retrajo un 9,73 % en Brasil en abril por la pandemia



La actividad económica en Brasil se retrajo un 9,73 % en abril frente a marzo como consecuencia de la paralización de actividades provocada por la pandemia de la COVID-19, según un indicador divulgado este jueves por el Banco Central.

El llamado Índice de Actividad Económica (IBC-Br), un indicador con el que el organismo emisor intenta anticipar la tendencia del Producto Interior Bruto (PIB), no había sufrido una caída tan pronunciada en un mes desde que comenzó a ser medido hace 17 años, en enero de 2003.

De acuerdo con el estudio del Banco Central, la retracción de la actividad económica en abril fue aún mayor, del 15,09 %, en la comparación con el mismo mes del año pasado.

La actividad económica ya había sufrido una caída del 6,16 % en marzo frente a febrero pero entonces no había reflejado totalmente los efectos de las medidas de distanciamiento social adoptadas por los gobiernos regionales y municipales para frenar el avance de la pandemia, ya que las mismas sólo comenzaron a ser impuestas en la segunda quincena de marzo.

Según el Banco Central, tras los resultados negativos de marzo y abril por la pandemia, la actividad económica de Brasil acumula una caída del 6,94 % en el período entre febrero y abril frente al trimestre inmediatamente anterior (noviembre-enero).

En el acumulado de los cuatro primeros meses del año la retracción económica se ubica en el 4,15 % frente al mismo período de 2019 y en los últimos doce meses hasta abril la caída acumulada es del 0,52 %.

Los datos divulgados por el organismo emisor refuerzan las proyecciones según las cuales Brasil sufrirá este año su mayor recesión en varias décadas.

Los economistas del mercado calculan que la caída del PIB brasileño en 2020 será del 6,50 %, pero algunas proyecciones, como la del Banco Mundial, son aún más pesimistas y prevén una retracción del 8 %.

La profunda retracción en 2020 es esperada en momentos en que Brasil venía recuperándose lentamente de la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016, cuando su PIB se encogió en cerca de siete puntos porcentuales.

La economía comenzó a recuperarse al año siguiente pero con un crecimiento muy lento, que fue del 1,3 % en 2017, del 1,3 % en 2018 y del 1,1 % en 2019.

Antes de que la mayor economía sudamericana fuera impactada por la pandemia, tanto el Gobierno como los economistas proyectaban una recuperación más fuerte en 2020, para cuando se esperaba un crecimiento del 2,5 %.

El Gobierno ya había divulgado que las ventas del comercio brasileño sufrieron en abril una caída récord del 16,8 % frente a marzo; que el sector servicios registró una bajada igualmente histórica del 11,7 % en la misma comparación, y que la producción industrial retrocedió igualmente en niveles récords, del 18,8 %, en el mismo mes.

El único sector de la economía que no ha sido tan impactado por la pandemia es la agropecuaria.

Los efectos de la paralización de actividades ya se reflejaron en el mercado laboral con la pérdida de 4,9 millones de empleos en el último trimestre.

La grave crisis económica obligó al Gobierno a conceder un subsidio mensual de 600 reales (unos 120 dólares), mientras dure la pandemia, a desempleados, empleados informales y otras personas que se quedaron sin renta.

El Gobierno igualmente anunció ayudas y créditos para miles de empresas que tuvieron que cerrar sus puertas provisionalmente.



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