Hoteles: principales consumidores de energía en el sector comercial



Los hoteles que operan en el país son los principales consumidores de energía, principalmente de electricidad y gas licuado de petróleo (GLP) dentro del sector comercial, servicios y público, usando el 29.8 % del total.

Así lo establece la “Encuesta nacional a sectores de consumo final de energía de República Dominicana”, elaborada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), que precisa que “otros servicios” y el comercio usan el 25.6 % y el 19.1 %, respectivamente, del total neto de energía del citado sector.

Agua y saneamiento (6.4 %), administración pública y defensa (5.3 %), restaurantes (5.1 %), alumbrado público (4.6 %) y hospitales (4 %) completan el resto de subsectores, dentro de la actividad comercial, servicios y público, en cuanto al consumo energético.

“Con relación al consumo de cada fuente por subsector, el uso de la electricidad predomina en otros servicios, hoteles y comercios. El GLP se emplea mayormente en hoteles, restaurantes, otros servicios y comercios. En tanto, el gas natural se utiliza solo en hoteles y la biomasa (leña y carbón vegetal) en hoteles y restaurantes”, detalla.

En tanto, la gasolina se utiliza predominantemente en “otros servicios” y el diésel en hoteles y comercios. Solo se registró el uso de energía solar en hospitales, para calentamiento de agua, indica el estudio. Aunque aclara que es probable que haya consumos de energía fotovoltaica en otros subsectores.

La energía consumida por el sector comercial, servicios y público se destina principalmente a la conservación de alimentos. Según la encuesta del MEM, para esos fines se utiliza el 38.1 % del consumo neto de los comercios.

Le sigue refrigeración y ventilación de ambientes (23.4 %), otros artefactos (21.3 %) e iluminación (9.3 %).

“En términos de energía útil, se muestra un crecimiento de la participación de refrigeración y ventilación de ambientes (37.5 %), una participación mayor para otros artefactos (25.2 %), y una menor participación para conservación de alimentos (21 %) e iluminación (5.5%)», indica el estudio.

Y agrega que «ello se debe principalmente a la menor eficiencia del uso de la electricidad en iluminación y conservación de alimentos respecto del resto de los otros usos (principalmente eléctricos)».



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