El Viernes Negro estuvo marcado por la pandemia


Los ciudadanos acudieron este viernes a las principales plazas comerciales y tiendas del Distrito Nacional para aprovechar las ofertas del Black Friday.

Pasillos sin congestión de compradores, parqueos a mediana capacidad y entrada y salida sin los acostumbrados “tumultos” que se producen en esta fecha son parte del ambiente que se observa en los establecimientos comerciales.

En las entradas de tiendas y plazas se ha dispuesto un personal para tomar temperaturas, rociar alcohol o gel antibacterial a los que asisten y exigir el uso de mascarillas, adicional a las marcas de distanciamiento existentes en las áreas de caja, ascensores, escaleras y distintos espacios como medidas de protección contra el COVID-19.

En torno a las ventas, es notorio que la mayor demanda la tienen nuevamente los televisores smart y LED, que se han convertido en una constante en los últimos viernes negros.

Otros artículos de gran demanda entre los clientes son lavadoras, estufas, neveras, colchones y bocinas inalámbricas, entre otros artículos del hogar.

Clientes consultados por Diario Libre atribuyen el que no haya tumultos de personas haciendo compras a la crisis que ha generado la pandemia del coronavirus y al miedo al contagio que tienen muchos.

“Uno sale a ver qué encuentra, pero con un poco de miedo y con poco dinero también por esta situación que estamos viviendo”, dijo Juana Castillo a la salida de una tienda en la avenida Duarte. En tanto que ejecutivos de algunos establecimientos comentaron que la gente no quiere hacer concentraciones por los anuncios que se han hecho al respecto y las propias medidas de control de público que tienen.

Así lo reveló Manolito Fernández, expresidente de la Asociación de Comerciantes de la avenida Duarte, quien dijo que también incide el hecho de que, respetando el levantamiento del toque de queda que como cada día ocurrió a las 5:00 a.m., los comercios de la zona tuvieron que abrir más tarde y además tendrán que cerrar antes de las 9:00 p.m. para respetar el inicio de la medida excepcional.

En tanto que vendedores informales de la avenida Duarte se quejan de que las ventas han sido flojas, aunque perciben que circula mucha gente por el lugar.

La lectura que da Juan Francisco de la Cruz a ese comportamiento es que producto del COVID-19 las personas que tenían previsto hacer compras han decidido ahorrar sus recursos ante los pronósticos de una posible crisis económica que se prevé para el año próximo.

Compras en Santiago

En busca de las ofertas prometidas por los comercios del centro histórico de Santiago, cientos de personas se movilizan para aprovechar las rebajas del Viernes Negro que se extienden hasta el domingo 29 del mes en curso.

La Asociación de Empresas del Centro de Santiago (Asecensa) aseguró que los comercios asociados presentarían ofertas en diversas mercancías, para facilitar a los clientes adquirir ropa, calzados, enseres y electrodomésticos para el hogar, entre otros productos, en un programa que denominaron ‘’Black Week’’ o semana negra, que amplía por este tiempo las rebajas.

La pandemia por coronavirus que ha restringido la movilidad social y ha provocado el cierre de varios negocios, ha impactado de forma negativa en el comercio. Sin embargo, se espera que los precios asequibles que se exhiben, atraigan un mayor número de clientes.

En un recorrido realizado por Diario Libre, se pudo observar una dispersada cantidad de personas, pero que solo observaban los precios. Se les vio con poca mercancía en las bolsas.

En una tienda de la calle Del Sol, las ofertas se concentraban, principalmente, en el área de calzados para niños y adultos, y en electrodomésticos, e iban desde un 20 por ciento, 35 por ciento y 60 por ciento de descuento en ropa y calzados.

En el caso de los utensilios de cocina, estos estaban con un 25 por ciento de descuento.

A propósito de la movilidad de personas, la policía dispuso vigilancia permanente en esquinas y zonas estratégicas del centro de la ciudad para evitar el raterismo.

Los agentes policiales vigilaban también el respeto de las disposiciones y protocolos sanitarios, como el uso de mascarillas y que se disponga el distanciamiento físico entre los clientes en los comercios, para evitar el contagio y propagación del COVID-19.

“Hemos instruido a nuestros policías para que actúen con comedimiento siendo guardianes fieles en el cumplimiento de las disposiciones legales a fin de que también los ciudadanos puedan cumplir con las normativas sanitarias”, dijo el general de brigadas, Eduardo Alberto Then, conforme un comunicado de la institución del orden.



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