El olor a cerdo asado y el bullicio navideño se mezclan con las restricciones


El sonido de los vehículos, el bullicio de las aglomeraciones de las personas y el olor a carne asada caracterizan el ambiente este 24 de diciembre de 2020 en la ciudad de Santo Domingo.

En medio de la pandemia COVID-19 los ciudadanos acuden a los establecimientos comerciales a abastecerse de los principales productos que conforman la cena de «Nochebuena». Entre los productos están la carne de cerdo, pollo, pasteles en hojas, pan telera, refresco, arroz, gandules, uvas, manzanas, maíz, entre otros. Los parqueos en muchos negocios se mantuvieron llenos desde las 7:00 a.m.

“Nosotros llegamos a las 7:00 a.m. y antes tu llegabas y aunque había muchas personas tu podías entrar. Ahora hoy llegamos temprano, no había muchas personas, pero tuvimos que esperar como media hora porque están dejando entrar en cantidades limitadas”, indicó Eliana Camacho, una ciudadana entrevistada por Diario Libre.

Esta familia va a celebrar la Navidad, pero no como años anteriores porque este año solo participarán los que viven juntos.

“La vamos a celebrar igual, lamentablemente no con todos los miembros de la familia que quisiéramos porque tenemos personas adultas y no podemos estar muy juntos y otros vamos a estar en la casa tranquilos”, agregó que la ciudadana.

Dijo a Diario Libre: “Esta Navidad es muy distinta a la anterior, no solo por el tema del virus, sino también por parte de la economía porque no todos tienen las mismas facilidades, los empleos están muy complicados”.

Mientras las horas van pasando, más personas llegan a los supermercados de la ciudad. Como es una tradición para estas fechas elaborar una cena familiar, los ciudadanos están conscientes de que se debe estar tranquilos y a distancia, aunque el deseo de estar juntos esté por el medio.

Dijo que, si por ella fuera, el toque de queda sería 24 horas porque las personas no están siendo conscientes con el tema de la pandemia “se están jugando con eso”.

De su lado, Paola Sánchez dijo a Diario Libre que celebrará la Navidad con los más allegados de su familia como esposo, hijos, una hermana y sus padres.

“Nosotros por más de 25 años tenemos por tradición reunirnos toda la familia: mis abuelos, mis tíos, todos, esa es una tradición familiar que hemos tenido. Este año no va a poder ser así, cada quien va a celebrar conjuntamente con su familia”, expresó Sánchez.

Personas hacen filas, entran y salen de los supermercados con sus compras, no como años anteriores, pero si convencidos de que “debemos cuidarnos”.

Las personas tienen la oportunidad de disfrutar del lechón asado, del pollo al horno, de las manzanas, uvas, ponches y de los tradicionales alimentos y bebidas que se elaboran para estas fechas. A esto se le agrega un ingrediente –el distanciamiento- el COVID-19 ha llegado a romper con las costumbres que tienen los dominicanos de juntarse en familia, de compartir alimentos, regalos, anécdotas y de saludar al vecino con un abrazo.

En un recorrido realizado por Diario Libre, los ciudadanos también están visitando los lugares que por tradición han estado vendiendo el cerdo en puya o caja china.

En la Avenida Luperón con Avenida Anacaona las personas buscan los tradicionales “puercos en puya”. El ambiente aquí está dominado por el olor a cerdo que nos lleva creer que todo es normal.

En el recorrido también se observó a varios agentes policiales apostados en diferentes puntos de la ciudad y en áreas cercanas a los establecimientos comerciales.



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