El COVID-19 “sacude” los índices de pobreza monetaria en el país


Los índices de pobreza monetaria extrema, moderada y general en República Dominicana fueron sacudidos por el impacto de la pandemia de COVID-19, elevándose su incidencia sobre la población entre 2.4 y 6.5 puntos porcentuales con relación a 2019.

La tasa de pobreza monetaria extrema pasó de afectar el 2.7 % el año pasado al 5.1 % de la población del país al pasado junio, reflejando un incremento de 2.4 puntos porcentuales, mientras que la pobreza monetaria moderada aumentó de 18.2 % a 22.3 %.

Así lo recoge el estudio “Efectos del COVID-19 en la pobreza monetaria, la desigualdad y el mercado de trabajo, y análisis de los programas de mitigación”, que precisa, además, que la pobreza monetaria general subió de 20.9 % que registró el año pasado a 27.4 % a junio de 2020.

“El impacto que ha tenido el COVID no solo ha sido en la población más pobre, la clase media también ha sufrido el efecto de la pandemia. Vemos que previo a la crisis era de alrededor de un 35 % y quedó en casi un 29 %”, afirmó Rosa Cañete Alonzo, directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, entidad que elaboró el informe.

Sin embargo, los efectos de la enfermedad sobre la población pudieron ser peor, según señaló Cañete Alonzo, asegurando que la pobreza monetaria, sin la puesta en marcha de los programas de mitigación, hubiera llegado a casi un 35 % de la gente, aumentando más de 13 puntos porcentuales.

Se calcula que la tasa de pobreza extrema, que estima las personas que no tienen ingresos suficientes para pagar la canasta normativa alimenticia, pudo haberse elevado de 3 % a 8.2 %, y la de pobreza general de 21.4 % de la población a 34.6 %, volviendo a los niveles registrados en 2014, según la investigación.

“Gracias a los programas (Quédate en casa, el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado –FASE- y Pa’ ti) 752,395 personas no cayeron por debajo de la línea de pobreza monetaria general. Han sido efectivos en contener el shock profundo que ha provocado el COVID en nuestra sociedad”, explicó la funcionaria.

La crisis generada por el coronavirus provocó que la pobreza monetaria aumentara más en las zonas urbanas, mientras que la región este del país es el área geográfica donde mayor incremento registra la tasa de pobreza.

“El mayor aumento de pobreza se dio en el este del país, pasando de 19.5 % a 31.7 %, equivalente a 12.2 puntos porcentuales. El Gran Santo Domingo es la segunda macroregión que presenta una alta severidad de la pobreza, presentando un aumento de 7.5 puntos porcentuales, al pasar de 21.1 % en junio de 2019 a 28.6 % en igual mes de este año”, recoge el estudio.

La directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática explicó que el aumento de pobreza en el este está directamente vinculado a la pérdida de empleos, agregando que es la zona que mayor pérdida de puestos de trabajo formales tuvo y la segunda en términos informales.

“El sur sigue siendo la región más pobre, pero es la que menor impacto ha tenido en términos de ingresos laborales”, destacó. La región registró una incidencia de pobreza de un 33 % al pasado junio, superior al 29.9 % que tuvo en igual mes de 2019.

De igual forma, el COVID hizo que la pobreza aumentara más en las zonas urbanas que en las rurales.

Para el segundo trimestre de 2020 se observa un aumento de 7.9 puntos porcentuales en la población en condición de pobreza general con respecto al segundo trimestre de 2019, al pasar de 19.9 % a 27.8 %, mientras que en las áreas rurales se registró una caída de 0.8 puntos porcentuales, para ubicarse en 25.9 %, señala la investigación.

Y agrega que “en el caso de la pobreza extrema, el comportamiento fue similar al observado en la pobreza general. En las áreas urbanas la pobreza se incrementó en 3.0 puntos porcentuales y se colocó en 5.3 %. En las zonas rurales, la tasa se mantuvo invariable, en 4.4 %”.

El coronavirus aumentó más la pobreza de las mujeres que la de los hombres, llegando a tener un 28.5 % de las mujeres por debajo de la línea de la pobreza monetaria frente a un 26 % de los hombres.



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