Bruselas busca frenar el apetito de China por empresas europeas



La Unión Europea (UE) quiere endurecer sus normas para impedir que empresas extranjeras fuertemente subvencionadas, especialmente las chinas, se hagan con compañías del continente, indicaron este miércoles funcionarios.

La Comisión Europea señaló que las filiales extranjeras que se benefician de financiación estatal en su país ponen en desventaja a las empresas de Europa, donde las normas sobre las ayudas de Estado son más estrictas.

El impacto económico causado por la pandemia del coronavirus aceleró los planes de Bruselas, en un contexto de inquietud generalizada sobre una eventual compra de empresas en Europa debilitadas por la recesión.

«Nuestras empresas están siendo penalizadas por cumplir las normas, mientras las de China y otros países reciben financiación pública excesiva», lamentó el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.

Breton y la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, presentaron las grandes líneas de la propuesta que el ejecutivo comunitario quiere presentar para finales de año, tras una consulta pública.

«Necesitamos las herramientas adecuadas para garantizar que las empresas extranjeras subvencionadas no distorsionen la competencia», dijo Vestager, poniendo como ejemplo el control de las ayudas públicas en la UE.

El «libro blanco» de la Comisión lamenta un «número creciente de incidentes en los que las subvenciones extranjeras parecen haber facilitado la adquisición de empresas de la Unión Europea».

Bruselas dice que el sector del aluminio, el acero, la construcción naval y la automoción son especialmente vulnerables a las subvenciones extranjeras que se benefician de una ventaja injusta en Europa.

Los planes del ejecutivo comunitario incluyen dar a los reguladores europeos la facultad de exigir compensaciones u otras medidas, si se determina que una empresa extranjera está excesivamente subvencionada.

La Comisión, guardiana de la competencia en el bloque, también quiere evitar que estas mismas empresas compren compañías europeas en dificultad o adquieran una participación significativa de su capital.

A partir de una determinada cantidad, las empresas extranjeras deberían notificar su adquisición al ejecutivo comunitario, que tendrá la facultad, si así lo estima, de prohibir la operación.

Bruselas también quiere intervenir cuando una empresa extranjera muy subvencionada quiera ganar una licitación para un contrato público en la UE ante rivales europeos, ofreciendo precios mucho más bajos.



Fuente