AMLO llama a mexicanos a salir para reactivar economía



CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Aunque el número de contagios sigue creciendo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió el lunes a los ciudadanos que no tengan miedo al coronavirus y que comiencen a salir de sus casas para reactivar la economía.

Dieciséis de los 32 estados del país pasaron el mismo día de rojo a naranja en el semáforo epidemiológico que desde hace un par de semanas regula las actividades económicas y sociales en México, que registra 146.837 contagios y 17.141 decesos. México es el segundo país en Latinoamérica con más defunciones reportadas por el virus después de Brasil.

Con el paso al color naranja, los 16 estados podrán realizar actividades económicas no esenciales, pero con el 30% del personal para su funcionamiento y se abrirán espacios públicos con un aforo reducido.

“Que no nos embargue el miedo, el temor, tenemos que ir poco a poco, pero ya aprendimos bastante y demostramos ser responsables la mayoría de los mexicanos, es excepcional el comportamiento de la gente y por eso se logró aplanar la curva (de contagios)”, dijo el mandatario.

López Obrador señaló que gracias a la estrategia implementada por las autoridades sanitarias no hubo un desbordamiento de hospitales como ocurrió en otros países y que actualmente hay camas suficientes para atender a todos los mexicanos. Hasta el domingo se reportaban 12.949 camas generales disponibles y hay una ocupación nacional del 44%. Camas de terapia intensiva con ventilador hay 5.037 disponibles y una ocupación del 38%.

En Chile colapsaron algunas Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que dejaron de recibir nuevos pacientes, lo que mantiene a 336 personas con ventilación mecánica en pabellones y urgencias, advirtió el doctor Darwin Acuña, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI).

El país sudamericano, que bordea los 180.000 infectados, fracasó hasta ahora en cortar la cadena de contagios, y la última semana sumó unos 5.700 contagiados diarios, de los cuales entre un 10% y 13% necesitarán hospitalizarse y la mitad necesitarán ser conectados a ventiladores mecánicos.

La SOCHIMI, que realiza una encuesta diaria en hospitales públicos y privados, informó que hasta el domingo el 89% de las camas de uso crítico en el país estaban ocupadas, cifra que se eleva al 96% en la capital chilena. Otros tres de las 16 regiones chilenas también sobrepasan el 90% de ocupación.

Chile está entre los países del mundo con mayor número de contagiados por millón de habitantes, la mayoría concentrados en el gran Santiago, donde vive el 45% de sus 18 millones de habitantes y que al cumplir otro mes de cuarentena total cuadriplicó los contagiados, pasando de 30.000 a 140.000. Aunque las camas críticas se más que duplicaron desde marzo y los ventiladores se cuadriplicaron, ya no están dando abasto y el personal de salud está agotado.

La movilidad de personas en la capital se ha reducido menos del 40% y el refuerzo de los controles policiales no ha disuadido a los infractores, por lo que el nuevo ministro de Salud, Enrique París, pidió al congreso aprobar un proyecto de ley que sube las penas de cárcel para los quienes no cumplen las medidas sanitarias de 540 días a 3 años. La vigente es de 60 a 540 días. También hay sanciones económicas que oscilan de los 390 a 1.300 dólares.

El gobierno y la oposición acordaron el fin de semana un aporte económico individual de hasta 100.000 pesos (126 dólares) a los cesantes y a centenares de miles de personas que vieron suspendidos sus contratos laborales, para instarlos a permanecer en sus casas.

A su vez, el presidente Sebastián Piñera renovó por otros 90 días la vigencia del estado de catástrofe, que permite restringir las libertades de reunión, locomoción y de propiedad, y mantener cuarentenas y un toque de queda vigente desde fines de marzo.

Latinoamérica registraba hasta el momento más de 1,5 millones de contagios y más de 76.300 fallecidos.

A nivel global, el coronavirus ha infectado a más de 7,9 millones de personas y causado la muerte a más de 434.000, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.

En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, pueden causar enfermedades más graves e incluso la muerte.



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