Verónica Saladín siente el reto de ofrecer “la mejor versión” de ella

Verónica Saladín siente el reto de ofrecer “la mejor versión” de ella


Verónica Saladín ha cimentado un camino laureado en los últimos años en el mundo de la halterofilia. La vegana suma podio tras podio.

Pero eso no es suficiente para ella, sedienta de mejores números, siente que todavía la gente desconoce lo mejor de ella, algo que quiere demostrar este año, cuando será parte del campeonato Preolímpico de Pesas que se celebrará del 17 al 25 de marzo en el Pabellón de Pesas del Parque del Este.

Ella ganó oro en la modalidad arranque en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 al levantar 122 kilos en arranque, dos más que la mexicana Tania Mascorro (plata) y la venezolana Yaniuska Espinosa (bronce).

También logró medalla de plata en los 87 kilogramos en el campeonato de pesas de los Juegos Panamericanos, Lima 2019, cuya competencia se celebró en el Coliseo Mariscal Cáceres de Chorillo. Allí logró récord panamericano en arranque (130 kg) en su tercer intento, superando la marca de Sarah Robles, de Estados Unidos (128 kg).

En 2020 conquistó tres oro en la Copa Iberoamericana de Levantamiento de Pesas, celebrada en Colombia en 2020, celebrada de manera virtual.

Pero quiere más. “Mi inspiración en el deporte es ser la mejor versión de mí”, dijo la pesista. “Desde pequeña siempre he sido activa en el deporte. Quiero ser alguien más en la vida, dejar un legado”, señaló la pesista, de la división de +87 kilogramos.

Ansiedad vs confianza

Entrenarse con la intensidad con que lo hace, puede confundir a un atleta, incluso a ella. Pero la pesista está advertida por el fenecido entrendor Félix -El Gallego- Ogando. “Vas con ansiedad y por tenerla dices eso está fácil”, explica, “pero el mismo Gallego nos enseñó que en hierro no se puede confiar, porque así como crees que vas bien, fácilmente fallas -el movimiento- por la ansiedad de hacer un buen trabajo”.

Ella fue iniciada en las pesas por el entrenador Andrés Díaz. “Si no es por él quizás no conocieran a Verónica Saladín”.

El campeonato Preolímpico es clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (julio 23/agosto 8) y ella prácticamente tiene su boleto asegurado, así como sus compañeros Luis García; Crismery Santana y Zacarías Bonat.

Insiste en cuidarse de la ansiedad, la que “al no saberla utilizar, hace que la barra se te vaya para atrás”, algo que le ha ocurrido, poco, pero ha vivido la experiencia.

Para la competencia que se avecina, la pesista recuerda a su fallecida abuela, hace poco más de dos meses, quien murió a causa de un infarto, “pero todo es por un propósito y sé que ella desde el cielo me está apoyando y va a estar bien contenta”, dijo al dejar escapar lágrimas.

Dos meses en cama lesionada

Saladín renació de una lesión, una adversidad ocurrida unos años atrás, pero la lleva tan presente como hoy. Fue en el 2013, cuando por una lesión duró “un par de meses en cama” y en esa etapa recuerda que recibió el apoyo del fenecido entrenador El Gallego, quien confió en ella y a su vez aseguró que respondería a su confianza. Hoy es una de las principales exponentes de este deporte en ambas ramas. En ocasiones, dijo, las cosas no siempre salen como uno quiere, “pero uno lo que hace es tratar de dar lo mejor de uno mismo en cada compromiso” y más si “tienes el apoyo, la fuerza tanto de Dios, como del pueblo. Sin su apoyo y buenas vibras, quién sabe quién fuéramos nosotros”.



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