Wimbledon 2022: Carlos Alcaraz deleita y es el ms joven en alcanzar los octavos en Wimbledon

Definitivamente Carlos Alcaraz se ha desatado en esta edicin de Wimbledon. La adaptacin a la hierba del murciano fue completada ante un Oscar Otte que no tuvo respuesta al juego del tenista espaol. El partido comenz con una rotura en blanco favorable al cabeza de serie nmero 5, que escenific lo que fue el primer set y en general el partido. Lo ms notable es que el murciano no se relaj en ningn momento y prcticamente todo fueron altos. Y disfrut. «Es el mejor partido que he jugado en hierba», declar tras el partido.

Finalmente, 6-3, 6-1 y 6-2 para alcanzar los octavos de final, en la que es su segunda participacin en el torneo. Se convierte adems en el ms joven en llegar a la cuarta ronda, donde se medir a Jannik Sinner el domingo. Como sucedi con Djokovic ante Kecmanovic, pudo dar la impresin de haber sido un triunfo sencillo, pero la superioridad tanto tenstica como mental colocan a Alcaraz en la lista de aspirantes por derecho propio. De lo que no cabe duda, es de que el espaol se ha convertido en el principal reclamo en el All England Club, algo que parece no pesarle al joven de 19 aos.

El tenista de El Palmar fue un terremoto y avasall a Otte en una primera manga en la que no le permiti estar cmodo. Alcaraz combin su potencia con un tenis espectculo, cimentado en el saque-volea, muy del gusto del pblico londinense que acudi en masa a verlo jugar. Tras el inicio arrollador de Carlitos, su rival salv el set cuando ceda 4-2. Charly cerr la manga 6-3.

En el segundo set Alcaraz no baj el ritmo y sigui mostrando todo tipo de recursos. Globos, dejadas y subidas a la red y derechas que mantenan a Otte sin respuesta. Tampoco la tena para el servicio de Charly, quien adems al resto rompi el saque de su oponente en el segundo y cuarto juego, peleando cada uno de los puntos. Esto dej al germano tocado, si bien pudo evitar el rosco: 6-1.

En la tercera manga Carlitos comenz de nuevo abrumando, con rotura. Otte vio la luz despus de un disputado cuarto juego 3-1, devolviendo el quiebre. El 3-2 fue un espejismo para el alemn, que no pudo cuando el murciano puso de nuevo la apisonadora en marcha: 6-2.