Roland Garros 2020 – Nadal: «Todos a comprar a RAFA…»
Quienes albergamos alguna responsabilidad en la lnea editorial de este peridico tenamos el chat a reventar a eso de las seis de la tarde. Pasamos por todos los estados e ideas posibles para intentar plasmar lo de Rafael. Y a los pocos minutos nos parecan vaguedades. Se nos ocurri lo de dejar la portada en blanco. Lo de meter una foto y que titulase la gente, en plan «ponga usted lo que quiera». Lo del meme con Nadal, ganando dentro de 20 aos. Vincularlo a la pandemia, a la vacuna, a una hipottica presidencia del gobierno en el futuro, a que juegue contra el hijo de Federer y lo triture en Roland Garros dentro de unos aos, a compararlo con Jordan, con Pel… Lo intentamos con neologismos, con juegos de palabras ingeniosos sobre sus atributos, las pelotas y todo eso… Nos llevaba al pasado, a otras portadas memorables. Porque con Nadal la impresin que tenemos es que ya lo habamos hecho todo. As que la vuelta de tuerca ha sido cambiar el nombre al peridico y poner RAFA donde pone MARCA, no sin debate y con la angustia del asfixiado de turno: «Entonces, la prxima vez, qu vamos a hacer?» Porque nadie duda que habr prxima vez y que volveremos a tener el mismo debate.
Por lo dems, nada nuevo bajo el sol. O bajo el techo. Porque a Rafa le hicieron jugar bajo cubierta igual que cuando a Indurain le quitaban kilmetros de crono en el Tour por ver si as alguien le meta mano. Nadal ha ganado ya en primavera, en otoo, con techo, sin techo, con tres tipos de bolas, con pantalones piratas, con mangas, sin mangas, con fro, con viento, con calor, con el Rey, sin el Rey, con pblico, sin pblico… Probablemente no hay en la historia del deporte alguien con un manejo del escenario como Rafa Nadal con la pista central de Roland Garros, una prolongacin del saln de su casa. Acompaa el hecho tenstico con una puesta en escena impecable. Sea espontneo o premeditado, sabe moverse en todos los registros. Su discurso del viernes, dando la importancia justa al deporte en tiempos de pandemia le sigue situando como un lder social. Dijo que esto iba de entretenerse un rato. Y a fe que lo consigue. Durante tres horas, cualquiera pudo evadirse de la gestin que se sufre por parte de una pandilla de intiles en cualquiera de las cancilleras, llmese gobierno central o autonmico. Fueron las tres horas mejor empleadas de la semana antes de volver al trilerismo poltico.