PRIMERA APARICIÓN DE LA ANTORCHA OLÍMPICA

PRIMERA APARICIÓN DE LA ANTORCHA OLÍMPICA


Se solicitó a los Comités Olimpicos Nacionales, que cada relevista estuviera familiarizado con el tramo que iba a recorrer, e incluso con el siguiente, por si se producía algún imprevisto. Los Comités estaban facultados para ampliar un tramo en zonas de escasa población ó de aumentar el tiempo en zona de difícil circulación, así como de seleccionar los corredores que intervendrían.

En cuanto a la forma de transmitirse el fuego, debía seguirse la antigua forma de hacerlo de los griegos que transportaban tallos de nártex, que mantenían con facilidad el fuego. Para ello se ideó una antorcha que pudiera llevarse al aire libre y que superara problemas de viento, lluvia, tormenta ó caídas; debía tener una duración de 10 minutos por si era necesario doblar en algún tramo.

Se fabricó una antorcha de magnesio, con dos fusible para que en el hipotético caso de que cayera la parte que estaba ardiendo, los fusible crearan la chispa necesaria para el nuevo encendido. La longitud de la antorcha con la empuñadura era de 70 cm, con un diámetro de 3 cm y un peso de 680 gramos. En la primavera de 1936 se hicieron llegar a los Comités Nacionales.

El Comité Organizador, obsequió a cada uno de los relevistas de la antorcha, con un soporte, diseñado por Herr Lemke, responsable del diseño de la Campana Olímpica, en el que se grabó “En agradecimiento al portador” donde encajaba perfectamente el mango de madera. Asi mismo se les hizo entrega de un certificado acreditativo a cada corredor y a los directores organizativos, del recorrido



Fuente