EMIL ZATOPEK «LA LOCOMOTORA HUMANA»


A las 18:00 horas llega el momento que mas expectación había creado, la final de los 10.000 m., con 27 participantes de 15 países distintos.
Por una parte existe el interés por conocer si el recordman mundial Vilja A. Heino, participaría, dado a las acusaciones existentes de profesionalismo y si sería capaz de continuar la tradición de victorias de los Kohlemainen, Nurmi y Ritola.
Otro de los atletas que despierta curiosidad es el checo Emil Zatopek, que tiene una forma de correr atipica, que Andrés Mercé Varela describiría como “atormentada” y que un técnico calificó acertadamente “corría como un hombre que hubiera sido acuchillado en el corazón”.
Se cubren las 11 primeras vueltas con los nórdicos en cabeza. A partir de este momento Zatopek, va remontando posiciones hasta colocarse en primer puesto.
Solamente Heino aguante al ataque del checo y durante dos Km, corren juntos, mientras que por detrás algunos corredores van perdiendo vuelta.
El checo realiza varios cambios de ritmo, con el fin de dejar al finlandés, algo que consigue a los 6,5 Km., sacándole 20 metros de ventaja.
“La Locomotora Humana”, como es sobrellamado Zatopek, animado por los espectadores, va aumentando su velocidad en los tres últimos kilómetros.
En la última vuelta, imprime mayor velocidad para llegar a meta con un tiempo de 29’59»6 (récord olímpico), rebajando en mas de 11» el del polaco Kusocinski en Los Angeles 1932.
La medalla de plata es para el franco-argelino Alain Mimoun que llega a 300 m. a 47»8 y el bronce para el sueco Bertil Albertsson a 54».
Los jueces cometen un fallo grave en la línea de llegada, ya que los encargados del control de vueltas, han perdido la cuenta.
De esta forma solamente se establecen las posiciones con tiempos a los ocho primeros clasificados, según el C.O.I.
Los españoles aparecen en el rapport oficial de los Juegos, clasificando 20º a Constantino Miranda y 26ª a Gregorio Rojo.



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