Washington y la contradicción entre las estadísticas y la televisión • Primero y Diez


Antes de empezar la Temporada NFL 2021 se habló mucho de la defensiva de Washington, y ahora queda la duda: ¿Lo que dicen las estadísticas es lo que vemos en televisión? Porque si somos honestos da la impresión de que estamos viendo juegos distintos.

El caso de las estadísticas

Si vieron el partido entre los Giants y el Washington Football Team sabrán que fue una batalla muy cerrada donde Daniel Jones lució muy bien y de no ser por varios errores que cometieron los Giants (entre ellos un drop de Darius Slayton y un offside al final del encuentro) el marcador hubiera sido más favorable para ellos.

Curiosamente, una de las cuentas especializadas en las estadísticas de la liga decidió explicar que, durante el juego Washington, había tenido un nivel de presión sobre el QB bastante elevado. De acuerdo con Next Gen Stats, la línea defensiva que encabeza Chase Young aplicó presión en casi la mitad de las jugadas de pase.

 

De ese gráfico, lo más interesante es que el jugador con mayor nivel de presión al QB fue Montez Sweat, seguido de los tres tackles defensivos y hasta el final Young. Todo eso suena muy bien, y se puede argumentar que Washington hizo un buen trabajo y seguramente más de un medio replicará este dato para remarcar que la defensiva del WFT hace su labor, pero… ¿fue eso lo que vimos en televisión?

¿Cómo se vio Washington por TV?

Si uno ve las estadísticas, solamente pensará que la defensiva frontal de Washington hizo su labor, pero viendo el encuentro, uno no podría creer en ese dato. Sí, por momentos esta unidad se vio más agresiva que en el duelo de la semana pasada, pero al seguir la transmisión daba la impresión de que la mayor parte del tiempo los jugadores no estaban llegando a Jones.

Es más, el partido ante los Giants fue, más o menos, una repetición de lo que la defensiva hizo ante los Chargers: detener el juego terrestre de manera decente, no presionar al QB en situaciones obvias de pase y permitir un porcentaje muy alto de conversiones en tercera oportunidad. Daniel Jones encontró huecos para correr y el partido estuvo en el alambre porque la defensiva local no lograba evitar que las series ofensivas de los Giants se establecieran.

De hecho el triunfo de Washington vino por las aportaciones de Taylor Heinicke, el QB que tuviera tan buena actuación ante los Buccaneers en la postemporada anterior. Así que la percepción estadística de que la defensiva de Washington “estuvo encima” de Daniel Jones puede ser fácilmente debatida.

¿Cuál es la realidad para el WFT?

Si analizamos lo que el partido arrojó y lo que las estadísticas dicen, podemos llegar a una conclusión: los frontales de Washington se están acercando al QB, pero no lo suficiente para evitar los avances. Chase Young y Montez Sweat sí entran y tratan de presionar, pero no ha sido nada del otro mundo (Sweat lleva 2.0 sacks, Young ninguno).

A esta incapacidad de la línea frontal de llegar al QB rival se junta una labor débil de la secundaria, que ha quedado a deber bastante. Los linebackers, por su parte, siguen siendo un punto débil para esta defensiva, sobre todo cuando el rival decide buscar pases cortos. Washington está intentando con varias formaciones, incluyendo una donde usan cinco linieros defensivos (Young, Sweat, Allen, Payne y Ioannidis) con dos LB (Jon Bostic y Cole Holcomb) y los resultados han sido mixtos. En la parte de atrás prueban con varios paquetes, incluyendo el uso del “Nickel Buffalo” con Kam Curl, pero Justin Herbert y Daniel Jones han podido pasar sin mayores contratiempos.

Sobra decir que, si la defensiva de Washington no encuentra una forma de ser más dominante, las cosas se complicarán bastante para sus aspiraciones. La percepción de que el WFT debe ganar la NFC East reside en que la defensiva de este equipo sea de elite, y hasta ahora han permitido 20 y 29 puntos. Si consideramos que el siguiente juego es ante Buffalo, las cosas no parecen encaminadas a cambiar.

Así entonces, es buen momento de encender algunos focos naranjas en la capital de los Estados Unidos: la defensiva que tanto prometía está quedando a deber en el campo, sin importar qué digan las estadísticas.

Ustedes amigos, ¿a qué le creen más? ¿La percepción de que Washington no está jugando bien a la defensiva es válida? Esperamos sus comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.





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