Y se march el mejor delantero de la historia rojiblanca…
Atltico de Madrid La opinin de Santiago T. Peredo
Y de la noche a la maana se march uno de los mejores, sino el mejor, delanteros de la historia del Atltico de Madrid… ya nunca ms se volver a corear el nombre de Diego Costa en el Metropolitano… ya nunca ms se celebrarn sus goles… el de Lagarto abandona otra vez su hogar, pero est vez para no regresar jams. Dejando as, quebrado el corazn de una aficin que no lo quiere, lo idolatra.
Diego ha sido como ese hijo rebelde, ese hijo que parece que se descarrila, ese hijo que se escapa de casa… pero al que se le quiere ms que a nada en este mundo, al fin y al cabo es sangre de tu sangre. As ha sido Costa, el protagonista de un amor incondicional, un amor de esos tan intensos y apasionados, que no se olvidan nunca.
Aterriz en Madrid siendo nadie… y nadie contaba con l. Su objetivo estaba claro, quera triunfar, y queria hacerlo en el Manzanares… pero no iba a ser fcil. Tras aos y aos de cesiones demostrando su vala por los campos ms recnditos de la pennsula, y en los que ya haba perdido toda esperanza de dignificar la rojiblanca, le lleg la oportunidad. El hombre que lo hizo posible, Simeone… cmo no!
El argentino detect en l algo que los dems nunca vieron. Costa tena, y tiene, el brillo en los ojos de un guerrero, de un hombre de honor, del que se cae y se levanta… pero sobre todo del que da la vida, y no exagero, por quien confa en l. El Cholo lo hizo y la Pantera alcanz lmites insospechados, incluso para l mismo.
Durante dos aos fue la bandera del ‘Cholismo’, que pareca hecho a su imagen y semejanza. Conquist, siendo protagonista, una Copa del Rey en una mgica e inolvidable noche en el Santiago Bernabu, dilapidando 14 aos ininterrumpidos de humillaciones del mximo rival, pero por encima de todo fue el delantero de una de las mejores temporadas de la historia colchonera…
En la campaa 2013-14, Diego fue el hombre, la referencia, el escudo del Atltico. La herclea hazaa de LaLiga llevar por siempre su nombre, y la herica proeza de la Champions, tambin... de haber estado l en perfectas condiciones, doy por sentado, y nunca lo he dudado, de que no existira el famoso pero maldito y repetitivo minuto 93…
Tras aquello, una mala y precipitada decisin le llev lejos de Espaa, a tierras britnicas… pero no hubo ni un da que Costa, Simeone o la aficin, no se echaran en falta. De la mano del Chelsea domin la Premier con puo de hierro… quien lo dira, verdad? Aquel chico que no era nadie, se convirti en uno de los jugadores ms temibles y respetados del mundo.
Mientras la Pantera triunfaba, el Atltico no volvi a ganar ttulos. Enfrascado en una falta de gol evidente, fue incapaz de sustituir el vaco que haba dejado Diego… pero el hijo prdigo regres un da de Reyes, por peticin expresa y reiterada de su principal valedor, y lo hizo por la puerta grande: Gol y expulsin… pura esencia de Lagarto.
En su primera media campaa, como si de un talismn se tratara, los grandes trofeos volvieron a teirse de rojo y blanco… mero espejismo. Un Va crucis de lesiones marcaron su segunda etapa, ya concluida… pero sin ningn tipo de reproche en lo emocional, en lo sentimental. Sud cada segundo que pudo por el escudo del Atltico de Madrid. Un sudor que ya nunca volver a empapar una elstica colchonera.
Diego Costa ya no defender nunca ms a capa y espada al oso y al madroo… se va sin una ltima ovacin de los suyos, pero con la seguridad de que generacin tras generacin, los padres relatarn a sus hijos las hazaas del ariete de la poca ms dorada del club… y a mi humilde entender, el mejor delantero de la historia rojiblanca, porque ha habido muchos y muy buenos… pero ninguno que aunara tantos goles, ttulos, coraje y corazn.
Adis Diego, tu sacrificio y amor por y para estos colores no quedarn en el olvido. Como no lo harn tus gestas de Concha Espina, San Mams, San Siro, Stamford Bridge o Talln… no cambies nunca, eres parte del escudo… y esta, siempre ser tu casa. Gracias por callarnos la boca a todos.