Wenger: «El público y los jugadores quieren ver y competir en torneos de alto nivel y que les estimulen»


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El ex técnico de los gunners vuelve al escenario público, no para entrenar a otro equipo, sino con la pistola a punto para impulsar una propuesta que podría zarandear los cimientos del actual calendario futbolístico, en el que ya apenas hay un hueco libre sin que ruede el balón: Un Mundial y una Eurocopa cada dos años, lo que conllevaría a contar con una fase final cada verano.

En líneas generales, el proyecto, según el al actual director de Desarrollo de la FIFA, consistiría en agrupar los partidos de clasificación en dos ventanas internacionales, entre octubre y marzo, y final de temporada, la celebración de esa gran competición, ya sea el Mundial o la Eurocopa.

«Entre esas dos ventanas, el jugador permanecería en su club al menos siete meses. En lugar de cuatro períodos de parones por selecciones, habría dos. Se trataría de un período dedicado en exclusiva a la clasificación y eso crearía una tensión que hoy no existe«, reflexiona Arsene Wenger, quien lleva varios meses trabajando en esta idea que se basa en dos principios fundamentales.

Por un lado, estaría el público, siempre ávido de competiciones del más alto nivel, donde sus equipos puedan demostrar su potencial. Por otro, los jugadores, que «no quieren jugar partidos que no les estimulen».

«Si tuviéramos que dejar que la duración aumente el privilegio, tendríamos que jugar un Mundial cada diez años. Hay que tener el coraje de decirse a sí mismo que la belleza y el prestigio de la competición dependen sobre todo de la calidad de la competición», reconoce Wenger en L’Equipe.

Este planteamiento podría dar a entender que la FIFA iría encaminada hacia una Superliga a nivel de selecciones. Sin embargo, Wenger no es de esa opinión, según sus propias explicaciones en la entrevista concedida en L’Equipe: «El mayor inconveniente que tiene la Superliga es que no se basa en la calidad deportiva. Se basa en el prestigio de los clubes y no en el rendimiento«, asegura un Wenger que asegura que en este proyecto no hay intenciones financieras detrás, ni habrá más partidos que antes y los jugadores serán convocados con menos frecuencia.

«Tenemos que asegurarnos de que el mundo del fútbol mantenga una unidad, y para eso tenemos que organizarlo de manera diferente. El fútbol es el deporte número uno del mundo, pero eso no es motivo para quedarse quieto y no tratar de anticiparse«, explica el ex entrenador de los gunners.

Con vistas a 2028

El proyecto, según Wenger, estaría avalado por un total de 166 países que han pedido que se revise esta posibilidad, que según el francés es posible si hay una estricta organización. Eso sí, sería con vistas a 2028, cuando se hayan disputado las competiciones que ya hay establecidas en el calendario.

Con todo, las críticas no han tardado en aparecer, ya que el propio Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, está viendo cómo, además de bregar con la Superliga de clubes, le va a tocar también lidiar con la FIFA y las selecciones. «Es imposible, es una idea irracional. El próximo Mundial, después de 2022, es el 26. En el 28, es la Eurocopa. Si hay una Copa del Mundo en 2028, los equipos europeos no la jugarán».





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