«¿Superliga? Que se repita un rally de Clásicos como cuando Pep y Mou agota al más forofo»

"¿Superliga? Que se repita un rally de Clásicos como cuando Pep y Mou agota al más forofo"


Me fui a la cama ayer noche pensando que en el diccionario se ampliaba la página donde se recogen las palabras que empiezan por súper. Todo fue súper ayer domingo. Super-liga, súper-ricos, súper-polémica, súper-desigualdad, súper-incógnitas, súper-insolidaridad, súper-superlativo.

El caso es que ese anuncio oficial de que una vía alternativa al fútbol, tal y como lo conocemos, dinamita el escenario actual donde hay muchas cosas que funcionan, y bien, pero otras que chirrían desde hace tiempo y a las que no se les pone solución.

Florentino Pérez, que para eso adelantó estratégicamente las elecciones en el Real Madrid, tira del carro y es el nuevo presidente de un exclusivo club en el que Laporta, pese a preferir lo contrario, recoge la mano que le va a dar de comer en los próximos años y Gil Marín no la rehuye sin dejar de agarrarse a lo que ya tiene ahora mismo.

La aristocracia europea heredada, o comprada mejor dicho, por magnates del dólar y el petróleo quieren satisfacer sus ansias capitalistas aparcando el romanticismo que supone ir a jugar contra el equipo del pueblo de tus abuelos. Es un debate complejo donde, sea cual sea la postura que uno adopte, se va a encontrar con algún argumento de peso para defender la tesis contraria.

Si todo se reduce a dinero quizá haya mejor forma de pedirlo, al menos que no sea tan traumática pero las injusticias seguirán latentes porque Dortmund nunca tendrá tanta capacidad como Londres y Madrid no estará de acuerdo con recibir lo mismo que Lyon.

Los árbitros y el VAR funcionarán con el mismo coeficiente de polémica que en cada país y será difícil convencer, aun con dinero, a muchos jugadores a que renuncien a disputar torneos con sus respectivas selecciones. Lo de ser colistas, porque alguien tendrá que serlo, cuando toda la vida has sido campeón lo dejamos para otro momento.

Lo de las ligas nacionales, mientras tanto, no tiene un pase en algunos aspectos. Pónganse en la piel del Bayern que está fuera de Europa y con un presupuesto temblando, entre otras cosas, porque en un Polonia-Andorra se lesiona Lewandowski y vas a París sin el tipo al que pagas una millonada por marcar los goles que el resto de compañeros no son capaces de anotar ni en el entrenamiento del jueves.

Y así un montón de cosas más. Horarios, calendarios, repercusión, etc.

A mi me gusta un Milan-Liverpool. Y un Valencia-Sevilla. Y por supuesto un Bélgica-Brasil. También los playoffs de la NBA que no la fase regular, y la Final Four de la Euroliga que no el Top16 o la Copa del Rey y los 8 mejores en un fin de semana muy por delante que una docena de jornadas de la ACB.

Que el Chelsea no haya pisado el Bernabéu no tiene un pase. Que se repita un rally de Clásicos como cuando Pep y Mou agota al más forofo. La virtud del punto medio. Cuestión de equilibrio en este mundo tan desequilibrado.

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