Serie A: Npoles sigue enamorada de su genio: Primer nio que llaman Khvicha… y su padre se llama Armando!


Kvaratskhelia sigue levantando pasiones en el sur de Italia. La estrella del Npoles, cuya renovacin es casi un hecho, vuelve a ser protagonista en el pas transalpino, pero, esta vez, fuera del terreno de juego. En Npoles ha nacido el primer nio llamado Khvicha. El georgiano ha servido de inspiracin para unos padres napolitanos a la hora de nombrar a su beb.

Lo ms rocambolesco de esta historia es que su padre, hincha del Npoles desde pequeo, se llama Armando… en honor a Diego Armando Maradona! Una ancdota que se produjo en repetidas ocasiones con la llegada del astro argentino a Npoles. El padre del recin nacido, en declaraciones a Spazio Napoli cuenta su historia: «Soy un gran fantico del Napoli y, como pueden ver por mi nombre, mi padre tambin lo era. Nac en 1986 y mis padres me pusieron el nombre de Diego Armando Maradona».

Adems, Armando explica que si no fuera por la temporada que est viviendo el Npoles no habra llamado a su hijo Khvicha: «Creo que si no hubiramos vivido un ao as, con un futbolista tan maravilloso, slo se habra llamado Daniele».

'Kvarat' se besa el escudo del N

‘Kvarat’ se besa el escudo del Npoles.EFE

Un sueo que cumplir

El padre del pequeo Khvicha ha cumplido su deseo, pero aun as, le falta otro: conocer a la inspiracin que est llevando a este Npoles a la altura de los grandes de Europa: «Es mi pequeo sueo, como ver ganar al Napoli este ao. Entonces si podemos conocer al gran protagonista de esta temporada sera la guinda del pastel».

Adems, el napolitano recuerda a su padre, del que hoy ha seguido los pasos para nombrar a su hijo como el dolo de la ciudad, como l hiciera con Maradona: «Tengo otro sueo: espero que mi padre, que ya no est, pueda ver a travs de los ojos de Daniele Khvicha la fiesta para este Napoli».

El 77 del Npoles ya no estar solo en la ciudad napolitana. Su ftbol es tan grande que un nio napolitano siempre recordar el ao en el que el Npoles volvi a ganar el Scudetto, gracias al buen hacer, entre otros muchos, de un hombre: Khvicha Kvaratskhelia.





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