Real Madrid: Courtois se enfrenta al bombardero de la Atalanta y un Muriel desatado
Real Madrid «Si soy feliz, hago goles». Es la ley de vida del colombiano… y la de un equipo a la holandesa
La figura de Thibaut Courtois es fundamental para el Madrid desde hace mucho tiempo. Para eso lo compr el equipo blanco en el verano de 2018. El partido ante el Valladolid fue un nuevo ejemplo de la importancia del belga. Los tres puntos llegaron con la firma del gol del Casemiro, pero gran parte de esa victoria reside en las paradas previas de Courtois. Como en la visita a Huesca y como en tantas otras victorias asentadas despus de una parada salvadora del gigante de Bree.
La vuelta de la Champions pone a Courtois en el punto de mira de un equipo que hace de atacar y atacar su forma de vida. La Atalanta de Gasperoni entiende el ftbol como los holandeses de los 70, una forma obsesiva de buscar el rea contraria. «Es todo muy sencillo: si marcas uno ms que tu oponente, ganas; «Prefiero ganar 5-4 que 1-0». Son dos frases de Cruyff que explican a la perfeccin el plan con el que Gasperoni afronta cada partido, sin medir el nombre del rival.
Tras su victoria ante el Npoles, son ocho los partidos en los que la Atalanta ha marcado entre cuatro y cinco goles; 15 si esa frontera se rebaja a tres. En el caso del Madrid presenta dos con cuatro dianas (Alavs y Huesca) y cinco con tres (uno en la Champions, el del Inter en Valdebebas).
Cuando se analiza qu hace el Atalanta en cada partido se encuentra que en lo que va de temporada suma 200 remates a puerta en 33 partidos (seis por partido). Es un dato que entre los grandes de Europa solo mejoran Barcelona (257 y 7,1 por encuentro) y Bayern (232, 6,8). Los registros del Madrid bajan a una media de 5,1 (164 en 32 partidos).
Pero adems de rematar mucho, la Atalanta lo hace con acierto. Con 72 goles es el sexto equipo europeo con ms dinamita, mientras que el equipo de Zidane no aparece hasta el puesto 26 (55 goles).
Al frente de ese poder goleador aparece Luis Muriel. El delantero colombiano que pas por el Sevilla de aquella manera, suma 17 goles en la Serie A. En solo cinco partidos ms en Brgamo de los que jug a orillas del Guadalquivir, el goleador de Santo Toms acumula 22 dianas ms: 35 por 13.
«Cuando estoy feliz, hago goles», dijo en Sevilla. Y el Muriel que vemos hoy en el Atalanta es un futbolista que no se le quita la sonrisa de la boca y que baila cada vez que marca. A las rdenes de Gasperini. Esa felicidad tiene su base en lo que tiene a su alrededor: «Cuando juegas en un equipo que crea tantas ocasiones, que gestiona el baln y cansa al rival, uno con mis caractersticas puede ser un arma importante».
Muriel creci en la pobreza, en una ciudad famosa por una Semana Santa en la que la tradicin es cubrirse la cabeza con mantas blancas y fustigarse con un ltigo para recordar que la felicidad puede ser algo pasajero. Como pudo ser su carrera en el ftbol cuando todo lo que prometa se pudo derrumbar con 13 aos. Una lesin tendinosa hizo que su equipo, el Junior de Barranquilla, le cortara. Quiso abandonar, pero su padre pele para que cambiara de idea. Saba lo que poda esperar a su hijo si dejaba el deporte.
Acert y el futuro le llev a Cali. El Deportivo de la capital del Valle del Cauca se lo llev. El pag a la Escuela Barranquillera fue… un disco original del cantante Ivn Villazn! Esa fue la tasacin, remates venenosos a cambio de un puado de canciones de msica valletana, acordes caribeos.
Comenzaba una carrera en la que el gol se uni como elemento principal. Su primer triplete lleg ante Once Caldas. Su sueo estaba ms cerca, el que explicaba cuando su nombre comenzaba a romper en la prensa colombiana: «Sueo con comprarle un taxi a mi pap; siempre lo he pensado».
A partir de ah la vida de Luis Muriel cambi de manera radical. Lleg la seleccin, control su tendencia a ganar peso, cruz el Atlntico, entr en el crculo Udine-Granada de la familia Pozzo, la Sampdoria, el salto, Florencia, Sevilla… y la felicidad en Brgamo. El mircoles Courtois-Muriel, alto voltaje.