Istanbul Basaksehir: de ganar la Liga y jugar la Champions… ¿a bajar a Segunda?
Fútbol Internacional El vigente campeón de Turquía ocupa puestos de descenso tras ocho partidos sin ganar
EFE
El Istanbul Basaksehir, fundado en 1990 bajo la denominación de ISKI SK, ha ido escalando en paralelo a la ascensión al poder del presidente Recep Tayyip Erdogan.«Es uno de los equipos que más ha crecido bajo el mandato de AKP», reconocía hace unos años Harald Aumeier, experto en fútbol turco, a ‘Vice Sports’.
«Es un lugar especial para mí. En Basaksehir comenzamos nuestra primera promoción de vivienda pública y ahora se ha convertido en uno de los barrios más bellos, modernos y populares de la ciudad», reconocía el presidente otomano en 2014. De hecho, el propio Erdogan bautizó su estadio como Fatih Terim en 2014 y anotó un ‘hat-trick en el partido inaugural.
El caso es que el club fue creciendo. Subió a Superliga por primera vez en 2007, ya con Erdogan como Primer Ministro, y en la 2014-15, tras un año en Segunda, reapareció en todo su esplendor. A base de fichar ‘viejas glorias’ (Adebayor, Emre, Elia, Clichy, Arda, Robinho…) comenzó a discutirle la hegemonía a Galatasaray, Fenerbahçe y Besiktas.
Terminó segundo en la 2016-17 y en la 2018-19 y, finalmente, consiguió proclamarse campeón de la Superliga en la 2019-20. Por si fuera poco, tras dos eliminaciones en la fase previa a manos de Olympiacos (0-3) y Sevilla (2-3), lograba colarse en la fase de grupos.
El sorteo, eso sí, no fue benevolente y le emparejó con PSG, Leipzig y Man. United. Logró una meritoria victoria sobre el ‘ManU.’, pero acabó colista con tres puntos y el mal sabor de boca que dejó el incidente racista sufrido por Pierre Webó en la última jornada en el Parque de los Príncipes.
La distracción de la Champions League, sin embargo, puede haberle salido ‘cara’ al Istanbul Basaksehir. El equipo no arrancaba con Okan Buruk, el técnico que les hizo campeones de Liga por única vez en su historia, y a principios de febrero dejó su lugar a Aykut Kocaman.
La cosa no ha mejorado en exceso. El Basaksehir se metió en semis de Copa eliminando al Fenerbahçe de Özil (1-2) en la prórroga, pero acumula ocho partidos sin ganar y cinco derrotas consecutivas -las cuatro últimas con Kocaman en el banquillo- en la Superliga. Una mala dinámica que le ha metido de lleno en los puestos de descenso: es 18º con 24 puntos en 25 jornadas. La lectura positiva es que, pese a su nefasta dinámica, están sólo un punto y un puesto por debajo de la salvación.
Las sensaciones, en cualquier caso, no son positivas. Sólo el Gençlerbirligi, colista, ha recibido más goles (45-44) que le vigente campeón. En ataque, para colmo, también andan con la pólvora mojada: suman 28 goles en 25 partidos.
Hay más. En verano salieron varias de las ‘vacas sagradas’. Algunos jugaron un papel importante en el título, caso de Skrtel o Clichy, y otros, como Elia, Robinho, Arda, Inler o Behich, tuvieron un rol más residual.
Pero hay más. En el mercado invernal, con el equipo ya a la deriva, el Basaksehir vendió al Fenerbahçe por 7 millones a Irfan Can Kahveci, su ‘jugador franquicia’ junto al bosnio Visca. El internacional otomano se convirtió ante el Leipzig (3-4) en el primer jugador en hacer un ‘hat-trick’ en Champions con tres goles desde fuera del área desde Wayne Rooney en 2004.
Ni las múltiples lesiones sufridas a lo largo de la temporada, ni los fichajes llegados en enero (Ndayishimiye, Ali Sahiner, Júnior Fernandes, Leo Duarte…) han ayudado a cambiar la dinámica. El Basaksehir necesita ‘espabilar’. De lo contrario pasará de ser campeón y jugar la Champions a descender en menos de un año.