Ilicic: «Tena miedo de irme a dormir y no despertarme ms»

Hace un ao, Josip Ilicic (Prijedor, 1988) pasaba como una apisonadora por encima del Valencia. De los seis goles que suma en la Champions, cinco fueron ante el equipo de Mestalla: uno en el 4-1 de Brgamo y el pker en el 3-4 de Valencia. Fue el momento ms alto de un futbolista que esta temporada lleva esa misma cifra de dianas despus de atravesar momento oscuros, algo que en su vida no es desconocido.

Tena solo siete meses cuando su padre muri a causa de una enfermedad. «No saba lo que era la palabra pap, me lo explicaron mis compaeros de colegio», explic en una entrevista al llegar Italia. Su infancia pertenece a esa generacin de nios desplazados, los que por la Guerra de los Balcanes tuvieron que dejar su tierra atrs. De la mano de su madre cruz tierras bosnias y croatas para encontrar seguridad en la repblica yugoslava que apenas sinti la guerra, Eslovenia. Eran prfugos con pasaporte croata, los tres: su madre, Josip y su hermano Igor.

Creci y el ftbol se convirti en su vida. Su destino pareca el ftbol sala, pero Zahovic, ex del Valencia, se lo llev al grande en una operacin de 80.000 euros. El Maribor le abri la puerta, el Dinamo de Zagreb renunci a su fichaje y el Palermo se lo llev a Italia. El precio, dos millones.

El nio era ya un delantero de nivel internacional. Pudo elegir entre Bosnia, Croacia y Eslovenia. Lo hizo por «el pas que me lo dio todo». Con la camiseta eslovena suma 68 partidos y 10 goles.

Ilicic, poco amigo de dar entrevistas, conoci a Tina, su mujer, mientras entrenaba con el Maribor. Ella era una atleta de 400 metros. Quienes le conocen cuentan que el delantero del Atalanta es una persona extremadamente sensible. Su vida cambi cuando se le diagnostic linfadenitis, una inflamacin de los ganglios linfticos, que le hizo temerse lo peor. En su recuerdo, Davide Astori, su compaero en la Fiorentina (jugaron juntos 63 partidos) que muri el 4 de marzo de 2018 en un hotel de Udine mientras descansaba en la previa del partido. «En esos das pensaba mucho en Davide, me daba miedo irme a dormir y no despertarme, no volver a ver a los mos», explicaba despus de su pker al Valencia a 24Sata, un medio croata.

Destrozado por la pandemia

Poco despus, Ilicic se hundi en el abismo. Lo que vio en Brgamo destroz su interior. La ciudad en la que viva era la zona cero de pandemia en Europa. Su mundo se vino abajo ante las imgenes de decenas y decenas de atades, de las sirenas de ambulancias rompiendo el silencio del confinamiento con una frecuencia aterradora, de las cifras de muertes…

A Ilicic se le vino todo abajo y fue incapaz de jugar cuando regres el ftbol. La Atalanta le escuch, le protegi y le dio permiso para que cruzara la frontera y se refugiara con los suyos en Eslovenia. No viaj a Lisboa, donde su equipo se qued a segundos de las semifinales de la Champions tras llegar ganando 1-0 al minuto 90 ante el PSG en los cuartos.

«Ilicic es un jugador recuperado», asegura Gasperini del delantero nacido aun en la antigua Yugoslavia. Ante el Real Madrid viaja a su mejor pasado, a los octavos de la Champions ante un equipo espaol. Es verdad que su equipo ha encontrado en Zapata y Muriel respuestas de sobra para el gol. Pero si Ilicic tiene su da el Valencia puede explicar bien que no es una amenaza menor.