El scar que se salv por el Diego


Actualizado

«Desde que tena 15 aos le peda a mi pap que me dejara ir a ver un partido de Maradona y el Napoli de visitante […] En septiembre del 86, mis padres me dijeron que tenamos que ir a pasar unos das a nuestra casa en Roccaraso. Les rogu que me dejaran ir a Empoli, donde jugaba el Napoli. No s por qu, pero ese da me autorizaron. Ellos se fueron y yo me qued en casa. Al otro da son el timbre. Era el portero del edificio. Con los ojos llorosos me comunic que mis paps haban muerto durante la noche en nuestra casa de veraneo. Hubo una fuga de gas y fallecieron mientras dorman. Yo salv mi vida gracias a mi amor por Maradona».

Quien cuenta tan tremenda historia es Paolo Sorrentino (Npoles, 1970), director de cine ganador del scar a la mejor pelcula de habla no inglesa en 2013 (con ‘La Gran Belleza’)… y que el prximo jueves 2, en la septuagsimo octava edicin de la Mostra de Venecia, estrena ‘La Mano de Dios’. Hace algo ms de una semana se conocan cartel y triler (impactante minuto y medio) de una pelcula que, por otra parte, tendr un lanzamiento limitado en cines antes de que concluya el ao y llegar a la plataforma Netflix el 15 de diciembre.

Con ese ttulo y con ese episodio en la biografa de Sorrentino todo apuntara al Diego en lo que al argumento respecta… pero eso debi pensar tambin el abogado que, hace ms de un ao ya y supuestamente en nombre del propio Maradona (meses antes de que ste falleciera), anunci acciones legales contra la pelcula, entendida como referencia directa al gol que el malogrado futbolista argentino firm contra Inglaterra, ayudndose efectivamente con la mano, en los cuartos de final del Mundial del 86. Los directamente implicados salieron rpidamente al quite para afirmar que no se trata de un largometraje sobre el Pelusa, ni siquiera sobre deportes, sino de una historia, la del incmodo adolescente italiano Fabietto Schisa, cuya vida y familia se ven repentinamente trastornadas despus de un impactante accidente, que est inspirada precisamente en la juventud del propio director.

Y, ms all de que en el avance que ha salido a la luz se vea la celebracin colectiva de la diana en cuestin, contemplada a travs de una televisin («es un gigante», grita uno de los personajes), resulta evidente que s existe una vinculacin, la de aquel joven hincha, ahora adulto y consagrado, que entonces segua al Npoles de Maradona. No se tratara, adems, de la primera ocasin en la que, con el cine como excusa, Sorrentino se acerca a la figura del Diego. Despus de ganar el scar, por ejemplo, lo mencion en el pertinente discurso como una de sus referencias junto a Talking Heads, Scorsese, Fellini… y las ciudades de Npoles y Roma. Para su sorpresa, el 10 se hizo eco: «Como buen napolitano, esto me ha congraciado. Me llega en un buen momento de la vida. Eres un gran vencedor y nos daremos un abrazo».

Maradona vivi su tiempo de forma inolvidable; todos, y yo el primero, le recordamos como el que fue… y como el que nos hizo ser

Paolo Sorrentino (director de cine)

«Maradona es mi infancia. l es el mundo antes de cualquier cosa. Diego es uno de los mximos ejemplos de un hombre con problemas con el tiempo. Ha vivido el suyo de la forma ms inolvidable posible. Todos, y yo el primero, le recordamos como el que fue y el que nos hizo ser. El futuro no existe para alguien que est condenado a vivir en la memoria de todos», explicaba hace tiempo, en una entrevista con El Mundo.

‘La Gran Belleza’ gan en su da el scar, s, pero tambin el Globo de Oro, el Bafta, varios premios del cine europeo… aquella pelcula, que de algn modo revisitaba ‘La Dolce Vita’ del citado Fellini, aunque situndose en la Italia de Silvio Berlusconi, trataba sobre la rutina de un escritor de 65 aos que haba conseguido la celebridad con una novela escrita en su juventud y que desde entonces se haba dado a una vida confortable en la que apenas escriba artculos para la prensa en el afn por mantenerse a la orden del da. El actor que daba vida a tal personaje, Toni Servillo, tambin es uno de los grandes protagonistas de ‘La Mano de Dios’.





Fuente