Champions League: La insultante superioridad fsica del Liverpool


Despus del resultado del pasado mircoles en Anfield parece, a priori, que el Liverpool es favorito para superar la eliminatoria ante el Villarreal, a pesar de la cautela de Klopp. Las bondades tcnico-tcticas del equipo ingls son mltiples: activacin tras prdida, presin asfixiante al poseedor del baln, juego a uno-dos toques…

Sin embargo, lo que marca la diferencia con el resto de los equipos de la lite moderna del ftbol actual es su ptimo nivel fsico a estas alturas de la temporada. Con la dificultad que ello conlleva, pues requiere una sabia planificacin fsica en un deporte como el ftbol donde se compite cada tres das y donde los protocolos de recuperacin de los jugadores cobran una importancia especial.

Sin embargo, aunque este protocolo es muy importante, lo fundamental para que el Liverpool muestre esa insultante superioridad fsica sobre los dems se basa en los objetivos que se marcan en las sesiones de entrenamiento. No hay entrenamientos duros o livianos, hay entrenamientos inteligentes, y esa inteligencia se demuestra en los estmulos que el jugador recibe en sus prcticas diarias.

Pueden ser sper fuertes (daan el organismo), fuertes (adaptan y mejoran la capacidad funcional) y dbiles (no llegan al umbral mnimo de rendimiento). La aplicacin de ese cctel fisiolgico en cada microciclo (semana), junto al equilibrio de los factores bsicos del entrenamiento, el volumen (cantidad de esfuerzos) y la intensidad (la potencia de esos esfuerzos), consiguen que los organismos de los jugadores estn en las mejores condiciones para responder con las mximas garantas a lo que exige la alta intensidad del ftbol actual: esfuerzos explosivos de 0-4 segundos y ms de 150 kilmetros recorridos por sus jugadores por partido.

Si todo esto no fuera suficiente, la ‘bomba’ (corazn) de los atletas de Klopp es capaz de latir entre 173-175 pulsaciones de media en cada partido y capaz de bajar a 110-120 pulsaciones por minuto en apenas 15-20 segundos para repetir una y otra vez esos esfuerzos tan brutales. La frmula est clara: ‘No pain, no gain’. Sin sufrimiento no hay victoria, ahora slo hay que convencer al jugador. Nunca se dijo que fuera fcil.





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