“El que maneja fondos que no son propios tiene que rendir cuentas”

“El que maneja fondos que no son propios tiene que rendir cuentas”


Como buen pelotero en sus años de infancia, con el equipo de La Salle, Cristóbal Marte devolvió el pitcheo con la misma contundencia con que fue lanzada la pregunta, sobre si debe haber transparencia en el deporte dominicano.

La interrogante nació porque Marte, quien es el director del proyecto de Selecciones Nacionales Femeninas (Senafe) de voleibol, presenta anualmente, hace más de dos décadas, un informe de las inversiones (y gastos) de ese organismo que rige, contrario al movimiento deportivo en sus distintos órdenes (federaciones, clubes, uniones deportivas, etc.), pese a recibir fondos públicos.

El director del Senafe mantiene un enunciado invariable desde que está ligado al deporte, en términos dirigenciales, por unas cuatro décadas. Reza así: “No estoy diciendo que el movimiento deportivo dominicano no es transparente, he dicho que –y aquí está el núcleo de su enunciado- el deporte dominicano es un gran desorden organizado-controlado con fines lucrativos”, dijo Marte, al introducir su respuesta, durante el Diálogo Libre. Lo de controlado lo agregó recientemente.

Sobre los informes contables, el dirigente deportivo sacó al Comité Olímpico Dominicano (COD), entidad cuyos reportes contables defiende, y con razones sobradas, por tener una unidad auditora de forma permanente instalada en la casa olímpica.

Cuando el asunto comienza a ramificarse, entonces cambia de plano. Al llegar a las federaciones, el también vicepresidente de la Federación Dominicana de Voleibol (Fedovoli), está consciente de que a estas instituciones cada vez se les exige que rindan sus informes. Aquí sostiene que “recientemente” participó de una reunión de la Fedovoli “con el ministro de Deportes, ingeniero Camacho, y él mismo dijo que había varias federaciones nacionales que no habían rendido sus informes y que les tenían los presupuesto paralizados”.

Esa desaprobación es una constante de distintas gestiones ministeriales, desde que en el periodo de César Cedeño (2000-2004) se comenzó a entregar fondos mensuales a las federaciones.

“Eso está correcto, esa actitud del ministro de Deportes (Francisco Camcaho), es la correcta”, remacha Marte.

“Entonces yo lo que creo es que mientras más transparentes son nuestras instituciones deportivas de todos los niveles, mejor es para el deporte. Como dicen, cuentas claras conservan amistades”, expresa Marte.

Advierte por igual que si hay más transparencia “más nos van a respetar”.

La sugerencia de Marte involucra no solo a las federaciones, sino también a cualquier entidad deportiva. “Yo diría, y doy un paso más allá, no solamente rendir un informe, publíquelo, para que todo el mundo lo conozca”.

Salvo muy pocas excepciones, las federaciones deportivas se mantienen al margen sobre sus informes financieros. Marte sostiene que cualquier persona estaría interesada en conocer el manejo de los fondos y “tiene todo el derecho en hacerlo”.

Puso de ejemplo la página de la Confederación de Voleibol Norceca, entidad que preside, y allí se encuentran, en detalle, los estados de la entidad, al menos, por los últimos 10 años, “centavo por centavo”.

La razón es que “el que maneja fondos, que no son propios de uno, tiene que rendir cuentas, aunque sea un peso”.

Destaca que lleva 24 años rindiendo informe, porque desde entonces ha recibido fondos “que no son los míos”. Previo a eso era diferente: “Al principio, los primeros dos o tres años, era yo y nadie más que yo, pero después comenzó el Gobierno a ayudar, las instituciones gubernamentales “cuando vieron los resultados”.

Con casi tres décadas en el proyecto, son muchas las satisfacciones, pero a Marte se le pidió escoger tres, cada una acompañada por un dulce precedente.

“Una de las tres satisfacciones fue cuando fuimos, en el año 1999, al Abierto de los Estados Unidos y ganamos medalla de oro”, señala. “Oye, yo me iba a morir, yo lo veía y no lo creía. Esa fue la primera vez que yo vi que subieron la bandera dominicana y tocaron el himno nacional. Eso no se me olvida, esa lloradera, todo el mundo. No se me olvida, jamás, me llevo a la tumba esa satisfacción”. Un año antes, sus actuales Reinas del Caribe quedaron con plata, ante Cuba, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Maracaibo 98 y ahí “ya el proyecto comenzaba a decir ‘aquí vengo yo’”.

Otra satisfacción grande fue “cuando le ganamos a Cuba”, que fue “la primera vez”, hecho ocurrido en el 2002, en Colima, México, en la Copa Panamericanana. Cuba no asistió ese año a los Centroamericanos y del Caribe San Salvador (2002). La segunda, se acentúa cuando se le ganó el oro a Cuba, en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003, “en un estadio, sin aire acondicionado, que solamente tenía capacidad o tiene capacidad para seis mil personas y habían 12 mil”.

La tercera la marca en el año 2009, “allá en Fukuoka, donde Juan Luis Guerra cantó su bachata, ese mismo año fue que salió con esa canción, coincidencialmente, allá en Fukuoka, en Japón, fuimos a la Copa de Grandes Campeones y este país, me engranujo, quedó en tercer lugar, cogió una medalla de bronce”.

“Una de las tres satisfacciones fue cuando fuimos en el año 1999 al Abierto de los Estados Unidos y ganamos oro. Eso no se me olvida, esa lloradera, todo el mundo. No se me olvida, jamás, me llevo a la tumba esa satisfacción”

En lugar de tres, una decepción marca a Marte

Aunque se sugirieron tres, Marte, se fijó en una sola decepción, que le ha marcado, aun cuando ha recibido críticas constantes de manera personal.

Aun así “yo he tenido más satisfacciones que decepciones. Lo digo con toda sinceridad”.

El momento amargo que aquí trata asegura que le “dolió, aparte de las que me tiran a mí”. Esas personales él las rechaza “gracias a Tatica (la Virgen de la Altagracia) que está allá en Higüey, que me protege y yo repelo todas esas cosas, porque este triunfo lleva a la envidia”.

La decepción que finalmente lo marca ocurrió “en el 2007”, cuando iban a los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 a defender el oro de Santo Domingo 2003.

Recuerda que un club, del cual declinó dar el nombre, le sacó varias atletas para ir a esa competición. “Un club que trató de chantajearnos y estaba pidiendo dinero para que sus atletas fueran a representar a la República Dominicana donde tú y yo nacimos. Eso fue una decepción y quedamos en cuarto lugar”.

Entre esas jugadoras mencionó a Juana González, Dahiana Burgos y Zidarka Núñez. Pero hubo una excepción. “¿Sabes quién dijo que no?”, dijo para referirse a “Annerys Vargas Valdez”. Recuerda que la jugadora central “dijo, no señor, mi país primero. Por eso con esa muchacha yo soy débil y le rindo tributo y la reconozco donde quiera que está”.

El club en cuestión es el Simón Bolívar, al que pertenecían esas atletas.



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