Divorcio entre Ligue 1 y Mediapro abre era de incertitud en fútbol francés

Divorcio entre Ligue 1 y Mediapro abre era de incertitud en fútbol francés


El contrato monumental con Mediapro fue recibido en 2018 con trompetas y tambores: La decisión de este viernes de la Ligue 1 de poner fin a su relación con la empresa chino-española, su principal difusor, abre una era de incertitud económica en el fútbol francés.

El fracaso del grupo chino-español era evidente tras no cumplir sus pagos en octubre y luego en diciembre, invocando la crisis sanitaria. La suma no pagada alcanzaba los 325 millones de euros (394 millones de dólares).

La salida de Mediapro, que comenzó esta temporada a comercializar los derechos de esta competición, debe ser validada por el tribunal de comercio de Nanterre -afueras de París-, precisó la misma fuente, indicando que la LFP deberá recuperar sus derechos de difusión antes del 21 de diciembre.

Contactada, Mediapro no ha querido hacer comentarios, pero la cadena Telefoot, creada por el grupo empresarial para emitir los partidos esta temporada, señaló a la AFP que continuará emitiéndolos «al menos hasta el 23 de diciembre», a la espera de un futuro difusor.

Bajo demanda de anonimato, un periodista de Telefoot explicó que los trabajadores fueron reunidos por videoconferencia este viernes.

Julien «Bergeaud -director general- nos ha dicho, muy emocionado y casi a punto de llorar, que se había acabado». «El golpe es monumental», subrayó, indicando que se ha pedido a los trabajadores que sigan haciendo su labor en los próximos días.

Todos miran a Canal Plus

Esta decisión abre muchos interrogantes. ¿Qué cadena emitirá los campeonatos de Ligue 1 y Ligue 2 a partir del 21 de diciembre? Si el patrocinador histórico del fútbol francés, Canal Plus, quiere regresar al juego ¿en qué condiciones? ¿Qué consecuencia tendrá en el equilibrio económico de los clubes profesionales, que se arriesgan a tener que perder varios cientos de millones de euros al año?

¿Qué futuro para los periodistas de la redacción, unos 50? ¿Los abonados podrán ser reembolsados?

Ahora se trata de conocer las condiciones de la salida de Mediapro. Varias fuentes cercanas han deslizado en los últimos días la posibilidad del pago de indemnizaciones por parte de la empresa a cambio de promesas para no emprender acciones legales por parte de la competición francesa.

Según un dirigente de un club de Ligue 1 la LFP habría obtenido una indemnización de 100 millones de euros (121 millones de dólares) por parte de Mediapro, de los que 30 quedarían diferidos a 2021.

«Hablaremos en 30 años del mayor fiasco de la historia de la televisión, el mayor fiasco de la historia del fútbol francés», señaló el periodista de Telefoot contactado por la AFP.

¿Era previsible el fiasco? Cuando el contrato de más de 800 millones de euros (970 millones de dólares) por año fue firmado por Mediapro, que aterrizaba en Francia, varios expertos mostraron dudas sobre su viabilidad.

En octubre el dirigente de Mediapro, el español Jaume Roures, indicó que Telefoot contaba con 600.000 abonados, muy lejos del objetivo de 3,5 millones, necesarios a largo plazo para rentabilizar el proyecto.

«Bombero con dinero público»

Recientemente Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación, que engloba deportes, no disimuló sus críticas al más alto nivel sobre la manera en la que este caso había sido gestionado por las instancias del fútbol profesional francés: «En los negocios no se puede tomar riesgos de este tipo y después llamar al Estado como un bombero con el dinero público».

«Tenemos un terrible sentimiento de fracaso, hemos tragado serpientes desde el principio, no teníamos medios técnicos a la altura de nuestras ambiciones y hemos sido capaces de hacer algo de calidad», añadió el periodista de Telefoot.

Las miradas buscan ahora al histórico Canal Plus, que se mantiene discreto en el caso y que ya señaló a través de su jefe Maxime Saada que no reinvertirá «para perder» en el fútbol.

La situación podría provocar una fuerte crisis económica difícil de encajar por los clubes, frágiles en la situación actual de pandemia.



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