Confinamiento obliga a la calma en los alrededores del Estadio Cibao

Confinamiento obliga a la calma en los alrededores del Estadio Cibao


Con retenes de la Policía en las entradas al Estadio Cibao, casa de las Águilas Cibaeñas, las autoridades buscan prevenir una avalancha de fanáticos que pudiera arriesgarse a violentar las medidas restrictivas impuestas para mitigar la pandemia del COVID-19, para presenciar el sexto partido entre el equipo criollo y sus vecinos del nordeste, Gigantes del Cibao, en la serie final de la pelota invernal.

La justa deportiva pautada para las 5:00 de la tarde de este domingo, es otra decisiva en la que el conjunto aguilucho debería empujar un séptimo juego si y solo si gana el partido, que sería el tercero de empate con su rival.

En el interior del estadio, apenas se mueven agentes de la seguridad, personal de limpieza y otros empleados.

A falta de público, tampoco se vio a ningún vendedor de gorras, camisetas, banderines u otros objetos alusivos a los equipos, como es costumbre.

Alrededor del también bautizado como “El valle de la muerte” algunos carros del transporte de pasajeros transitaban antes de que se cumpliera la gracia de tres horas que las autoridades han permitido para que, tras cumplirse el toque de queda al mediodía, las personas puedan movilizarse para llegar a sus hogares.

En los alrededores del Monumento a los Héroes de la Restauración, que en época de pelota se viste de color y fiesta, muy pocos se recrean alrededor del imponente símbolo.

Mientras los bares y restaurantes siempre armonizados en la distintiva zona monumental, ya cerraron sus puertas.



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