Playoffs NBA 2020: «El error mayúsculo de la NBA que aplaudiría Donald Trump»
Playoffs NBA 2020 La opinión de Jesús Sánchez
Como seguidor de la NBA desde los años 80 sentí una mezcla de admiración y orgullo por el plante de los Bucks y los acontecimientos que siguieron después con la cancelación de los otros dos partidos programados. Fue un movimiento histórico e insólito, de gran calado, que contagió al deporte americano. La labor de los grandes deportistas como referentes sociales es un trabajo que las súperestrellas, salvo excepciones maravillosas como Ali, han despreciado durante muchos años. Era más cómodo pasar de puntillas como hizo Michael Jordan.
Ya no. Los jugadores de la NBA han dicho basta tras el tiroteo de Wiscosin y el caso Jacob Blake cuando aún había rescoldos del caso George Floyd. La Burbuja de Orlando era un homenaje al Black Lives Matter, un espacio extraordinario para la visibilidad y la reivindicación, para la denuncia del racismo sistemático y estructural en Estados Unidos. No hay mejor amplificador que el envoltorio NBA porque nadie vende mejor su producto que la NBA, una competición que ha tenido gran sensibilidad para satisfacer los anhelos de sus jugadores. Les ha permitido poner en sus camisetas palabras tan bonitas como justicia o igualdad.
Por eso es un error pararla. De hecho, provocaría el efecto contrario de lo que pretenden LeBron y compañía. Adoro la implicación de James. No solo es el número 1 en el juego. Es el estandarte del movimiento y es capaz de renunciar a la posibilidad de ganar el anillo, en sus últimos años de carrera, por una causa tan noble. Se ha convertido en el azote de Trump, en un líder para la comunidad afroamericana.
Pero dejar de jugar, al margen del perjuicio económico para el campeonato y del destrozo para los ratos de ocio del aficionado en plena pandemia, será la orilla donde morirá esta ola gigante. El presidente de Estados Unidos sueña con la cancelación. Dejaría de ver lo que ocurre cuando suena el himno, con los jugadores arrodillados. Tampoco escucharía los mensajes inequívocos y ásperos contra su gestión que los jugadores van emitiendo siempre que pueden, y en la NBA es constante el flujo de comunicación. Ya no veríamos en el parqué lo de Black Lives Matter. Se pincharía la burbuja y con ella un montón de cosas buenas, para el deporte y para la sociedad americana.
A la Polícia de Estados Unidos ni a Trump les importa muy poco que se pare la NBA. Lo que sí les preocupa es que les pongan colorados cada día de partido y, por supuesto, que estos superhéroes, de una vez por todas implicados en los problemas sociales, llamen a su gente a votar en noviembre para cambiar el país y acabar con la barbarie.
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