La NBA vuelve a reconocer un error arbitral: ¿Se lo imaginan en el fútbol?


¿Es posible imaginar un comunicado arbitral en la competición española de fútbol admitiendo un error? Eso no eliminaría la polémica, pero en la NBA se ha convertido en una costumbre gracias a su protocolo de actuación. El último ejemplo de transparencia y lío se vivió en Filadelfia durante la pasada jornada.

En la última noche los Sixers recibían a los Clippers de James Harden, que recibió los habituales pitos cuando visita a un antiguo equipo. El equipo local perdíó 107-108 con una última jugada de follón. Kelly Oubre Jr. pedía una falta de Paul George que no fue sancionada.

«Eres una perra»

La ira del jugador de los Sixers fue espectacular, que se fue a pedir explicaciones a los árbitros. Oubre Jr., sobre la misma cancha, insultó a los colegiados: «Eres una perra, eres una perra…».

La polémica rodeó la última jugada del partido Sixers-Clippers

La polémica rodeó la última jugada del partido Sixers-Clippers

Tras el paso por los vestuarios, más diplomático, Oubre Jr., reculó: «Los jugadores no somos perfectos. Los árbitros no son perfectos. Quiero disculparme por perder la calma. Así que solo pido perdón». La NBA deberá dilucidar si las palabras son merecedoras de sanción.

La NBA admitió el error de la decisión arbitral horas después: «En la revisión de video posterior al juego observamos un ligero desvío hacia su izquierda por parte del defensor Paul George, y se debería haber decretado una falta».

La jugada de la movida tiene varios precedentes sonados en esta temporada. El 12 de febrero en el partido Houston Rockets-New York Knicks el barro apareció en la última jugada con empate a 103. El jugador local Aaron Holiday intentó un triple que intentó puntear Jalen Brunson, la estrella de los Knicks. Los árbitros señalaron falta y tres tiros libres para Holiday ante las protestas de los neoyorquinos.

La última jugada de la inexistente falta de Brunson sobre Holiday que hundio a los Knicks

Los Rockets ganaron 105-103. La NBA volvió a destapar el fallo arbitral al señalar que el contacto «que se produjo fue incidental y marginal al intento de tiro y no debió señalarse la falta».

La herida de los Knicks estaba abierta y tuvo contrapartida dos semanas después. El Madison Square Garden era un hervidero en los últimos segundos del encuentro de su equipo contra los Pistons, uno de los dulces de la competición. A falta de ocho segundos, con ventaja para los visitantes, Di Vincenzo barrió a Ausar Thompson para robarle el balón y la jugada terminó con un 2+1 definitivo (113-111 al final).

La peor decisión de la temporada

Monty Williams, entrenador de los Detroit Pistons, no se podía creer lo que había sucedido: «Es la peor decisión de la temporada. Esto no puede pasar en la NBA y punto».

Escándalo arbitral en el Madison: «La peor decisión de la temporada»

Ante la tormenta en la opinión de varios especialistas ante lo que parecía una jugada flagrante la NBA volvió a dar la cara. En su informe tras el partido fue clara la sentencia: «Se debía haber pitado falta en el balón suelto a Di Vincenzo».

¿Es mejor esto o es más conveniente que un árbitro ‘descanse’ en una supuesta ‘nevera’? ¿Es mejor hacer público que se ha cometido un error o disimularlo y rodearlo de diversas fórmulas? No hay una fórmula perfecta. ¿O sí?





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