Beatriz de Monte, la artista detrás de Bewis de la Rosa, llegó el viernes 17 de enero al Teatro Leal de La Laguna con su «más amor que nunca».
No es la primera vez que llega con este proyecto musical a las Islas, donde ya ha actuado antes en diferentes festivales. ¿Qué tiene Canarias que encaja tan bien su propuesta con el público del Archipiélago?
Es cierto que creo que el discurso del proyecto encaja muy bien con Canarias porque existe una necesidad real de defender la tierra. Además, el pueblo es muy agradecido y nos acoge con un montón de cariño. En cada lugar que visitamos, el discurso se teje desde diferentes puntos de vista y atraviesa diferentes líneas de pensamiento y de creación. Lo que nosotros ofrecemos no es un concierto de música al uso, sino que tiene una importante parte performativa y teatral que, por supuesto, tiene muy en cuenta el público, que también forma parte de la propuesta. Entonces, la manera en la que los espectadores se vinculan siempre es de agradecer y, además, hay territorios con mayor relación a esa parte rural, a ese rap rural, donde yo enmarco la propuesta. Creo que cualquier territorio que ha tenido encima la mano del poder se puede sentir identificado con algunas cosas que digo.
¿Quién le iba a decir a usted cuando inició este proyecto hace casi tres años que encontraría aliados en el público de Canarias?
Totalmente. Creo que los seres humanos no somos tan diferentes entre sí, que tenemos problemáticas muy similares en cada una de las tierras, y conocerlas y charlar sobre todo ello también nos conecta con otros territorios. En el mundo existen una serie de poderes que tratan de ejercer el liderazgo y son las personas las que tratan de cuidar el planeta. Eso es un punto común entre los diferentes territorios.
Con una propuesta tan anclada al territorio y la identidad como la suya, ¿influye el tipo de escenario en el que actúa, si es un teatro, como el Leal, o un espacio abierto?
Totalmente. Cada lugar tiene su idiosincrasia y hay que saber leerlo y ser capaz de aterrizar con nuestra propuesta en cada lugar. Lo bonito es que este proyecto puede ser mutable y pasar de espacios más convencionales a otros más abiertos. La propuesta con la que llegamos al Teatro Leal es más intimista y nos lleva a una lectura más contemporánea, que está más relacionada con el trabajo que pude realizar hace años con la compañía de teatro Malditas Lagartijas.
Llega al Teatro Leal unos días después del lanzamiento del último de los tres temas que vienen a completar su disco Amor más que nunca.
Ya hemos presentado Las huertas y Tango de la culpa, y el miércoles saldrá La manopla, con la que completamos Puchero de recena. Este último tema lo he hecho junto a la charanga de mi pueblo, que son unos grupos muy importantes de los pueblos de Castilla-La Mancha. Sentía que en algún momento debía contar con ellos, así que ha sido muy bonito grabar esta canción. Nos comimos una paella y la grabamos. Tengo muchas ganas de que el público pueda disfrutar de este último empujón del proyecto con el que ya llevo tres años. Y la verdad es que también tengo ganas de cerrar un poco este ciclo.
¿Cómo se presenta 2025 en cuanto a nuevos proyectos?
Mantendré el rap rural pero es cierto que tengo ganas de abrir otras vías de discurso y de propuestas escénicas de cara a finales de este año y, con la vista puesta en 2026, poder presentar el nuevo trabajo. Ando trabajando en lo nuevo, pero quiero darme el gusto de disfrutar esto que estoy haciendo y cerrar el ciclo de Amor más que nunca.
¿Qué la llevó a querer ampliar Amor más que nunca con estas tres canciones que está terminando de lanzar este mes de enero?
Ha sido una evolución muy orgánica la de este proyecto, desde la creación de las canciones hasta los vídeos, porque para mí son muy importantes las videocreaciones, que incluyen la danza y todo el imaginario visual. Cuando empezamos a crear lo nuevo, aún aparecían canciones que tenían que ver con este trabajo de Amor más que nunca. Yo creo que los procesos creativos ni empiezan ni terminan sino que siempre se tienden puentes entre unos y otros.
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¿Qué invitación realizaría para que el público tinerfeño se anime a acudir a su concierto en el Teatro Leal?
Invitaría a acudir a todas aquellas personas que ya han compartido con nosotros alguna actuación porque estamos ante un proyecto que se encuentra en constante transformación. Eso es algo que nos encanta porque nos permite hacer cosas nuevas cada vez. A la gente que no conoce el proyecto, les digo que esta propuesta les ayudará a conectar con las raíces desde otro punto de vista. La música de raíz nos puede conducir a un sonido más indie pero nosotros lo hacemos en clave de rap, por lo que creo que puede ser muy interesante la forma en la que se plantea, que nos recuerda además la importancia de mirarnos a los ojos, que es algo que digo mucho en el directo. Proponemos un viaje de dentro hacia fuera, desde lo más íntimo del alma a lo más colectivo y bizarro.