No hay duda de que los fundamentos económicos de la República Dominicana están en mejor forma: los precios y los tipos de cambio son estables; el crecimiento económico continúa, aunque por debajo de su potencial; La creación de empleo es buena, el turismo crece, las exportaciones y se atrae inversión extranjera. El país incluso logró mejorar su calificación de riesgo. Todos los números son positivos.
Sin embargo, el impacto de la pandemia de COVID-19 en la economía y el sector productivo dominicano es más severo de lo que se conoce actualmente. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) determinó en el marco de la nueva Compilación de Referencia de Cuentas Nacionales actualizada de 2007 a 2018 que la caída del producto interno bruto (PIB) en 2020 fue del -7,9%, no del -6,7% como se informó. Esta información indica que las pérdidas económicas por el impacto de la nueva epidemia de la corona superan los 12 mil millones de dólares.
En un análisis del desempeño económico y social de República Dominicana en 2020, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), ahora fusionado con el Ministerio de Hacienda, cifró el desempeño del año en -6,7%, el peor desempeño desde la crisis financiera de 2003 (-1,3%). El documento afirma que este resultado refleja el impacto directo e indirecto de la epidemia en el territorio del país y el impacto negativo de las medidas restrictivas adoptadas para controlar la nueva enfermedad: distanciamiento social, cierre de fronteras aéreas, marítimas y terrestres, toque de queda desde el final de la tarde hasta el amanecer; suspensión de operaciones de actividades económicas no esenciales y restricciones al transporte público.
Tras la parálisis económica, la caída del -7,9% en 2020 confirma que las autoridades monetarias y fiscales, es decir, el gobierno central y el Banco Central de Basilea, deben trabajar para restablecer la tasa de crecimiento alcanzada por el país desde 2021, que según los nuevos datos fue del 14,0%.
De hecho, el costo de la recuperación económica ha sido alto, empezando por la creciente deuda, a pesar de que los déficits del sector eléctrico han promediado más de 1.200 millones de dólares al año. Desde finales de 2020 a la fecha, la deuda pública consolidada ha aumentado en $20.425,3 millones en términos absolutos. Sin embargo, su relación con el PIB ha disminuido del 69,1% al 57,5%, lo que indica que la economía se está expandiendo a un ritmo mayor que el ratio de deuda.
Otro dato positivo es que la deuda de los bancos centrales también ha disminuido durante este período. Después de alcanzar un máximo de 18.403 millones de dólares en 20203, actualmente se sitúa en 16.1735 millones de dólares, lo que indica una disminución en valores absolutos frente a los relativos. Primero, una disminución de $2.229,9 millones; en segundo lugar, un descenso del -13,8%. Sin embargo, el costo de las políticas económicas en un entorno de altas tasas de interés ha sido alto y la deuda aún no ha vuelto al nivel de 2020 de 12.227,8 millones de dólares.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce que los fundamentos macroeconómicos se mantienen sin cambios y pronostica que el PIB dominicano crecerá más de 2,4% a finales de 2025, al igual que otros países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), formado por Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Panamá lidera el camino con una previsión de expansión del 4,0% del PIB.
riesgo soberano
En términos de clasificación de riesgo, la economía dominicana se acerca al grado de inversión. Tres importantes agencias de calificación mejoraron la clasificación del país.
En 2020, incluso a finales de año y durante la pandemia de COVID-19, agencias como S&P Global, Moody’s y Fitch todavía aprobaron la calificación de riesgo soberano de la República Dominicana de BB-/B.
En este contexto, S&P Global destaca que a pesar de la fuerte contracción de la actividad económica en 2020, la diversificación de la economía dominicana permitirá que repunte a altos niveles de crecimiento previos al covid-19. Según los últimos datos publicados por el banco central, el PIB crecerá un 14,0% en 2021.
Desde ese año, República Dominicana se ha unido a un grupo selecto de países alrededor del mundo que han mantenido exitosamente sus calificaciones crediticias ante las tres principales agencias calificadoras de riesgo.
Pero esta mejora en las calificaciones no es nueva en los últimos años. En 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejoró sus niveles de clasificación de riesgo del Nivel 5 al Nivel 4, reduciendo así las primas y tarifas requeridas para firmar nuevos contratos de préstamos con agencias de crédito a la exportación.
A través de esta opinión de crédito, la OCDE reconoce el fuerte y sostenido crecimiento económico de la República Dominicana en los últimos años, el fortalecimiento de su sistema financiero, su historial de puntualidad en los pagos, consolidación fiscal y sana gestión de la deuda, y la importante mejora de sus cuentas externas.
departamento
En cuanto a la resiliencia de la economía dominicana, el Fondo Monetario Internacional reconoció en su informe de evaluación anual que la economía dominicana tiene potencial para retomar el crecimiento a una tasa del 5,2% en 2022. Al año siguiente, en un entorno de alta volatilidad de los mercados, altas tasas de interés, inflación y altos precios de las materias primas, el PIB creció un 2,2%. Según datos revisados del banco central, el ratio volverá al 5,0% en 2024.
En términos del mercado laboral, los nuevos puestos de trabajo han retomado una tasa de crecimiento anual promedio de 110.000, pasando de 4.682.079 a finales de 2021 a 5.123.548 en el segundo semestre de este año, un aumento absoluto de 441.469. Esto equivale al 9,4% durante este período.
Por su parte, el comercio fue uno de los principales generadores de empleo, aportando un total de 1.035.591 empleos, un incremento absoluto de 94.422 empleos y un incremento relativo del 10% respecto a los 944.169 empleos reportados al cierre de 2020.
El otro sector relacionado con el empleo es el sector industrial, que proporcionó 529.553 puestos de trabajo al final del primer semestre del año, un aumento absoluto de 60.787 puestos de trabajo (13%) en comparación con 468.766 puestos de trabajo a finales de 2020. Lo contrario ocurrió en el sector de la electricidad y el agua, donde el empleo cayó en 16.151, de 53.102 a 36.951. 30,4%.
La inflación es sin duda uno de los indicadores macroeconómicos de mayor éxito en los últimos años. Después de la epidemia, los precios mundiales subieron debido a la expansión monetaria. La República Dominicana no es una excepción. Sin embargo, luego de tomar una serie de medidas para controlar la inflación y apostar por un aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM), las autoridades del banco central lograron controlar los precios.
El indicador se encuentra por debajo del rango meta del plan monetario de 4,0% +/- 1% desde hace más de dos años, luego de alcanzar el 7,83% en diciembre de 2022, un año histórico para la inflación. Sin embargo, después de 24 meses en los que la inflación superó la meta, la tasa de inflación alcanzó el 4,79% a finales de 2023, por debajo del límite superior de las expectativas.
Los datos del banco central muestran que a septiembre, la tasa de inflación anualizada fue del 3,76%. La tasa de inflación acumulada este año ha sido del 3,37%, mientras que la tasa de inflación mensual es de sólo el 0,37%. Estos resultados dan margen para que las autoridades monetarias reduzcan la TPM a 5,50% anual para impulsar el crecimiento económico en el último trimestre de este año.
A nivel nacional, las autoridades informan teniendo en cuenta que la inflación se ha mantenido dentro del rango meta de 4,0% ±1,0% desde el primer semestre de 2023. En términos prácticos, esto sugiere una tasa anual de 3,71% en agosto de 2025 y una tasa base excluyendo los precios de los componentes más volátiles de la canasta de 4,32%, cerca del centro de la meta.
En particular, el modelo de pronóstico del BCRD sugiere que la inflación general y subyacente seguirán dentro de la meta en 2025 y 2026 en un escenario de política monetaria activa.
En este contexto, el tipo de cambio del dólar estadounidense se ha calmado nuevamente después de experimentar un breve shock desde finales de agosto hasta principios de septiembre, aunque todavía existen preocupaciones en el mercado.
El banco central aseguró dentro de su mandato que ningún factor macroeconómico podría explicar las fluctuaciones aparte de los efectos estacionales de la reposición de existencias a finales de año. Destacó que las reservas de divisas superaron los 14 mil millones de dólares y que la economía generó suficientes dólares estadounidenses a través de las remesas, el turismo y la inversión extranjera directa.
producción económica dominicana
El banco central destacó que el índice mensual de actividad económica (IMAE) aumentó un 2,3% acumulado de enero a agosto de 2025 en comparación con el mismo período de 2024, tras una expansión interanual del 1,5% en agosto. Los sectores con altas cadenas de producción, como la construcción y la manufactura, experimentaron una desaceleración en los primeros ocho meses de este año, dijo.
Señaló que dadas estas condiciones, el recorte de 25 puntos básicos en la tasa de política monetaria tiene como objetivo promover condiciones monetarias más flexibles, contribuyendo así a impulsar la demanda interna. Dijo que el plan de suministro de liquidez de 81 mil millones de reales aprobado por la Junta Monetaria en junio ha liberado hasta el momento aproximadamente 62 mil millones de reales, contribuyendo a la provisión de crédito al sector productivo en condiciones favorables. Señaló que el propósito de adoptar medidas macroprudenciales es fortalecer la estabilidad del sistema financiero.
El banco central dijo que las tasas de interés bancarias comenzaron a caer debido a la alta liquidez en el sistema financiero y la normalización del mecanismo de transmisión de la política monetaria.
Explicó que a finales de septiembre el crédito privado en moneda nacional había crecido más de un 8,5% interanual y se esperaba que la expansión se acelerara hasta alcanzar entre un 10% y un 12% a finales de año. Además, señaló que a medida que se han canalizado los recursos para las recientes medidas monetarias, los agregados monetarios se han vuelto más activos y están creciendo más rápidamente que el PIB nominal.



