Vista panorámica nacional.– La Comisión de Héroes en junio de 1959 y el Comité Permanente de Evermeill Homeland este jueves celebraron un proyecto de ley de patriotismo emocional para conmemorar al segundo grupo de expediciones, que aterrizó el 20 de junio de 1959 en la provincia de Puerto Plata, Puerto Rico.
Este año, la ceremonia se dedica a conmemorar Juancito Rodrígueza través de las elecciones presidenciales 288-25, un héroe nacional, su vida ejemplar y una lucha de la frente con la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. El evento comenzó a las 8:00 a.m. con el himno nacional en poder de la banda de música de la Fuerza Aérea Dominicana y las banderas de la nación que participan en el contrato. La bendición es el obispo Julio César Corniel Amaro.
Las palabras de bienvenida son proporcionadas por el Departamento de Director Municipal de Maimón Sánchez. Ramón Fernando Pérez Peña, presidente del Comité Histórico de Valverde Mao; Carmen Ivanoa Durán, historiador y miembro de la Fundación Estero Hondo; Los héroes de junio rinden homenaje a la presidenta del comité, Rosa García Crespo.
Durante la actuación, Junta de parientes de Juancito Rodríguezporque sacrificaron la libertad del pueblo dominicano. La diferencia es proporcionada por Mirito Frías, Fernando Cueto, Sabina García y Mirna Santos. Del mismo modo, un Saludo a Raul Perez Peña (Bacho)leído por su hijo Arismendi Pérez.
En la conferencia central Juan Pablo UribePresidente del Comité Permanente de la Familia Evermiles, leyó un decreto que reconoció a Juancito Rodríguez como un héroe nacional, destacando su legado y el legado de la expedición representan «la memoria de la vida contra la memoria olvidada» y mostró ejemplos de coraje ante la tiranía.
El proyecto de ley terminó con el himno nacional que se cantaba el 14 de junio, con figuras artísticas presentadas por estudiantes de Los Caños y el Centro Plegable de la Escuela Alic New World.
Familia marcada por sacrificio
Nacido en 1886 en un nuevo alojamiento en MOCA, Juancito Rodríguez ha sido un niño por su trabajo en el campo de la agricultura. Después de convertirse en uno de los terratenientes más prósperos del Caribe de La Vega, Barranca, dejó todo con la dictadura de Trujillo.
Perseguido y con su hacienda destruida, fue exiliado en Cuba en 1946, desde donde financió importantes hechos libertarios como las expediciones de Cayo Confite (1947), Luperón (1949) y el apoyo logístico a la Expedición del 14 de junio de 1959, en la que murió su primer hijo, José Horacio Rodrioz.
La segunda expedición a Maimon y Estero Hondo fue brutal atacada por las fuerzas militares del régimen. La mayoría de sus miembros fueron asesinados en la batalla o disparados después de ser arrestados, dejando atrás un legado de heroísmo, y hoy el país continúa reconociendo y honor.