Ephimera es una llamada de atención a la sociedad. Un retrato sobre aquellas personas que no viven bajo un techo estable. Un reflejo de la actualidad. Se trata de una pieza de la coreógrafa y bailarina Paloma Hurtado y, aunque ya cuenta con algunos años a sus espaldas, parece de plena vigencia. Esta semana se podrá ver en dos rincones del Archipiélago como parte de la programación de la quinta edición del Festival Internacional de las Artes del Movimiento, MOVE Canarias.
Precisamente la creadora habla de la validez de su propuesta que, afirma, «parece que tiene un camino infinito por delante» porque aborda «una cuestión que por ahora está lejos de ser resuelta, la de las personas sin hogar».
Dos islas
Ephimera podrá verse este jueves 19 de junio, en la plaza de la Constitución de Arrecife (Lanzarote), a partir de las 18:30 horas, y un día más tarde, el viernes día 20, en la plaza de los Remedios de Buenavista del Norte, en Tenerife, a las 19:45 horas. MOVE 2025 ofrece, desde el pasado día 12 y hasta el sábado, una completa programación en El Hierro, La Gomera, Tenerife y Lanzarote, apostando una vez más por la descentralización real de la cultura.
Hurtado es buena muestra de que MOVE no es solo un festival de exhibición, sino que defiende también las creaciones híbridas. Además, el festival refuerza su papel como catalizador cultural en Canarias apoyando la movilidad de artistas y obras. En definitiva, MOVE Canarias se presenta como una celebración del cuerpo. Una invitación a mirar, escuchar y sentir con todos los sentidos, en contacto con el entorno.
Hurtado llega a MOVE con la experiencia que le han dado los 15 años que lleva sobre las tablas. A lo largo de este tiempo, se ha centrado en la expresividad. «Mi manera de entender la danza tiene mucho que ver con la transmisión de emociones», que es, además, un reflejo de cómo ella misma ve la vida. «Quizás hace 15 años esa expresividad era más limpia, mientras que ahora me preocupa la integridad y la coherencia de las propuestas». Por eso, apuesta por incluir reflexiones que giran alrededor de aquello que le interesa.
‘Ephimera’ es una creación individual pero que refleja la realidad de miles de personas
Sin embargo, es rotunda al afirmar que lo que siempre la ha movido a crear nuevas piezas es conmover al público y siempre investiga para lograr que los espectadores participen y sean parte de su trabajo. «La danza es el lenguaje con el que me comunico y por eso el receptor, el público, es imprescindible para que todo cobre sentido», reflexiona.
Vulnerabilidad
En Ephimera reflexiona sobre la vulnerabilidad. «Siento la necesidad de dar voz o poner rostro a esos nadies», reconoce, y por eso ha optado por cuestionar la fragilidad, la falta de derechos y de responsabilidades, la despreocupación y los problemas que atraviesan a una sociedad individualizada y carente de sentimiento comunitario. A través de esta creación, la artista llama la atención sobre la necesidad de «seguir construyendo un entorno y una vida digna» y anima al público a «dejar de mirar por nuestros intereses y abrir la vista al horizonte».
Una vez más, Hurtado apuesta por espacios no convencionales para mostrar sus creaciones. «Bailar en la calle acaba siendo para mí un acto político», sentencia la coreógrafa y bailarina quien añade que esta es su manera de manifestarse «por los derechos de todos, desde mi humilde arte y con mi corazón abierto». «La calle es de todos y la cultura debería invadirla más a menudo», reclama, aunque al mismo tiempo celebra que el arte vaya ganando cada vez más espacio en la vía pública porque «nos pertenece a todos».
Lo cotidiano
En Ephimera también explora los límites entre el tiempo, el cuerpo y la fragilidad de lo cotidiano. Reconoce que, desde que era pequeña, «he sentido debilidad por la gente sin hogar», que han terminado formando parte de su imaginario y forma de sentir. Desde hace años siente un enorme deseo de narrar con su cuerpo sobre esa forma de vida y lo que siente que viven esas personas.
Paloma Hurtado ofrece el jueves 19 y el viernes 20 dos pases de la pieza en Lanzarote y Tenerife
Por eso, esta pieza se estructura según los diferentes los momentos del día: la noche y la libertad, la ausencia de juicio; la mañana y el despertar de nuevo a la realidad; el mediodía y la vergüenza frente a las miradas a la luz directa del sol; el atardecer y el recogimiento, la falta de intimidad, los sentimientos a flor de piel.
Dadas las características de esta obra, Paloma Hurtado trata una vez más de habitar los lugares a los que llega para poner en escena Ephimera. «Me gusta llegar al espacio donde voy a bailar con tiempo y descubrirlo para la propuesta» porque así, en cada nueva representación, puede añadir detalles de lo que el público y el propio enclave le da.
Colectivos
A lo largo de estos 15 años de carrera profesional, Paloma Hurtado ha formado parte de colectivos como Lamajara y TenerifeDanzaLab que, afirma, la han ayudado a ampliar sus conocimientos. «Con TenerifeDanzaLab crecí mucho como creadora y bailarina, y Lamajara es parte fundamental de mí porque incluso ha cambiado cosas en mi manera de vivir», reflexiona la creadora quien coincide con ambos colectivos en su manera de entender la danza, «desde lo artístico pero también desde la pedagogía y la actividad comunitaria».
Paloma Hurtado. / El Día
Es gracias a estos dos colectivos pasó de ser intérprete a desarrollarse también como creadora y coreógrafa. «Poco a poco he ido abrazando la pedagogía y entiendo ahora mi danza como parte de un entramado más amplio».
MOVE Canarias 2025
Paloma Hurtado celebra poder formar parte de esta quinta edición de MOVE con Ephimera, una obra con una larga trayectoria que «nunca ha dejado de sorprenderme y de la que tengo millones de anécdotas y recuerdos».
Por eso, espera poder conectar con el público y «remover un poquito su conciencia». Hurtado aplaude el deseo de la muestra por descentralizar la cultura y llevarla hasta espacios no convencionales pero en los que se puede disfrutar de los espectaculares paisajes canarios. «Creo que vivimos en un lugar de gran belleza y riqueza. A pesar de bailar en las ciudades, la naturaleza siempre se alza imponente por algún lugar».