A Hollywood se lo ha conocido como la Meca del Cine, La Fábrica de las Ilusiones y otros epítetos grandiosos o grandilocuentes. Cierto es que el Hollywood actual no es el del sistema de los estudios, que ejerció hegemonía mundial entre los inicios del sonoro y finales de los años 50. Pero aún tiene su poder, aunque sea a través de estudios convertidos en corporaciones. Ese poder está en duda por culpa de motivos que van más allá de la aceptación de las películas en las taquillas. El último tiene que ver con la devastadora política migratoria desatada por Donald Trump, la irrupción de la Guardia Nacional en California y la situación de emergencia que se vive en todo el país.
Según ha informado ‘Hollywood Reporter’, la Film Office de Los Ángeles advirtió el pasado lunes a los estudios que los permisos de producción y rodaje podrán ser denegados, aunque sea de forma temporal, en las zonas en las que se recrudecen las protestas. Estamos hablando de espacios tan importantes como el centro de Los Ángeles y sus alrededores, y del barrio de Little Tokyo. Es el departamento de policía de la ciudad quien concede o deniega los permisos de rodaje, y al parecer los están estudiando caso por caso, aunque han recomendado que se abstengan de estar en las zonas de conflicto debido a las manifestaciones.
El ejército se despliega en Los Ángeles, que Trump ha enviado. / Reuters
Parte de Hollywood ya se ha posicionado en dicho conflicto. Varios grupos sindicales de la industria cinematográfica apoyaron la manifestación del pasado lunes para protestar por la detención de David Huertas, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios y defensor de los migrantes. Huertas había sido detenido el viernes 6 de junio y puesto en libertad cinco días después. De momento no se tiene conocimiento de que haya sido cancelado ningún rodaje ni detenido la filmación de una película a causa de las manifestaciones.
Los hipotéticos parones y cancelaciones de rodaje en Los Ángeles a causa de la tensa situación que se vive en la zona son el último de los problemas a los que se enfrenta el epicentro de Hollywood. En los tres primeros meses del año ya habían caído en picado las producciones cinematográficas y televisivas en Los Ángeles, fruto tanto de la crisis del medio y de los recortes impuestos por las productoras y plataformas, como de las mejores ayudas y disposiciones que se dan en otras partes del país, por no contar con otro aspecto que tanto duele a Trump, que se rueden filmes estadounidenses en Europa o Asia.
Tras la huelga de guionistas y actores, que se extendió de mayo a septiembre de 2023, la actividad no se ha normalizado como todos los estamentos pretendían. Los incendios forestales del pasado enero tampoco ayudaron, aunque las zonas más afectadas por las llamas, las de Pacific Palisades y Altadena, no son las más frecuentadas para filmar películas. Algunos rodajes previstos fueron reprogramados y la tesis generalizada es que el impacto de los incendios en la producción cinematográfica ha sido temporal.
La tasa media de ocupación de los platós de Los Ángeles, gestionados por 17 estudios distintos, bajó del 69% de 2023 al 63% al año siguiente, y en 2025 nada parece indicar que se vaya a remontar el vuelo. Los rodajes de filmes en el primer trimestre del año en curso han disminuido un 22% en relación con el mismo periodo del año anterior.
Más sangrante resulta en el ámbito televisivo, donde Los Ángeles siempre había estado muy por encima de Nueva York. Entre enero y marzo solo se han rodado 13 pilotos de hipotéticas series, básicamente sitcoms, que es la cifra más baja desde que se estudian estos datos. Los rodajes televisivos han descendido en este primer trimestre un 30% en comparación con el año pasado y casi un 50% si nos atenemos a la media del último lustro. Debido a la caída de la producción, los legisladores californianos están estudiando la posibilidad de aumentar las subvenciones para aquellas películas que se rueden en el Estado californiano.
